Dos modelos de marcas exclusivas, BMW Serie 1 y Mercedes Clase A, un icono de referencia, el Volkswagen Golf, y un aspirante con pretensiones, el Mazda 3. Y se impone el último, que es el más asequible y no desentona. Esta prueba enfrenta a cuatro familiares compactos de última generación, todos con carrocería cinco puertas, motores de gasolina y cambio automático, salvo el Mazda, que equipaba un manual.
Este tipo de modelos han dominado las ventas en Europa en las últimas décadas, y han sido los preferidos de muchas familias. Pero ahora acusan cada vez más la presión comercial de los SUV de su tamaño, que con su mayor altura y capacidad anterior parecen adaptarse mejor a los gustos y necesidades de las nuevas generaciones.
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En pocas palabras
El Mazda 3 domina la prueba porque es el más competitivo: tiene el precio más asequible, también con cambio automático, e incluye el equipo de serie más completo, tanto en elementos de confort como sobre todo en seguridad. Y compensa la menor imagen de la marca japonesa con un diseño exquisito que entra por los ojos por su sencillez y delicadeza arrebatando ese argumento a sus rivales. Además, aporta un interior amplio y práctico, una tecnología mecánica sofisticada y diferente (Skyactiv-X) que destaca por su suavidad y eficiencia, y un comportamiento dinámico equilibrado y seguro. Y se vende con dos motores 2.0 de gasolina de 122 y 180 CV (desde 24.165 y 27.165) y con un 1.8 turbodiésel de 116 CV (26.165).
El Volkswagen Golf domina hasta que se valora la economía y destaca, como siempre, por sus valores tradicionales: imagen, sentido práctico, calidad mecánica y de conducción, y equilibrio de conjunto. Pero la octava entrega evoluciona tan poco la estética que apenas se distingue. En cambio, ha digitalizado el interior, viene muy dotada en seguridad y estrena una mecánica microhíbrida que ha gastado menos en la prueba. Se vende con cuatro versiones de gasolina, desde 110 CV hasta 245 CV en el GTi (de 24.535 a 42.290 euros), y dos 2.0 TDi de 115 y 150 CV (de 30.875 a 36.830).
El Mercedes Clase A es tercero y destaca por su imagen, con una carrocería baja y deportiva, y por su presentación interior, con un ambiente muy sofisticado. Pero no es tan amplio y práctico, y sobre todo cuesta más caro que los demás, sin que lo compense con un equipo de serie superior. Se vende con cinco motores de gasolina de 136 a 421 CV (de 29.825 a 74.000 euros), un híbrido enchufable PHEV de 218 CV y tres diésel de 116 a 190 CV (de 31.600 a 39.450).
El BMW Serie 1 no ha cumplido el año y supone una evolución muy completa en todo, desde la imagen, ahora más deportiva, al interior, ahora con más clase y presencia. Mantiene su calidad mecánica y deportividad, pero no destaca por habitabilidad ni maletero, y ha gastado más en la prueba. Y aunque cuesta casi lo mismo que el Golf, es el menos equipado. Se vende con dos versiones de gasolina de 140 y 306 CV (de 30.300 a 51.900 euros) y con tres turbodiésel de 116 a 190 CV (30.650 a 38.100).
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• CONDUCCIÓN
A pesar de la disparidad técnica y de potencias, las prestaciones están mucho más igualadas de lo previsible. Todos funcionan de maravilla, con una respuesta de tacto exquisito, pero el Golf está un poco por delante y es algo más rápido en su respuesta, tanto al acelerar como en los cambios de ritmo para adelantar. Le siguen el Mercedes y el Mazda, pero el último exige ir más pendiente y reducir a menudo para llevarlo alto de vueltas y no quedarse atrás. Y el BMW se defiende muy bien, y solo cede un poco por su menor potencia. ⇒ Más información
• CONSUMOS Y EMISIONES
El Volkswagen ha gastado menos en la prueba, en parte por el módulo microhíbrido: seis litros a ritmos suaves, siete en ciudad y ocho apurando la mecánica. El Mazda y el Mercedes han consumido medio litro más en iguales condiciones. Y el BMW ha subido a siete en conducción tranquila y a 9,5 estirando las marchas y en tráfico urbano, cifras excesivas, quizás por desajustes de esa unidad.
Las emisiones de CO2 son correctas: 103 g/km el Mazda 3, 106 el Golf, 113 el BMW y 120 el Mercedes.
• VIDA A BORDO
Todos son cómodos delante, con asientos amplios que sujetan bien y buenas regulaciones en el puesto de conducción para adaptarlo a todas las tallas. Y pueden alojar tres adultos atrás, aunque el asiento está pensado para dos. El mejor para viajar tres atrás es el Golf, que aprovecha más el espacio. ⇒ Más información
• AL DETALLE
Mazda 3. Entre el estilo y la economía. El Mazda 3 es uno de esos coches que salen muy de vez en cuando y marcan la diferencia.
Volkswagen Golf 8. Continuismo en todo. El Golf 8 sigue explotando las armas que le convirtieron en mito: imagen, amplitud interior, practicidad y calidad de conjunto.
Mercedes Clase A. Más elegante y menos práctico. El Clase A impacta por su elegancia deportiva, con una carrocería baja y pegada al suelo.
BMW Serie 1. Reinvención completa. El Serie 1 cambia en todo, desde la línea, con un frontal contundente y una silueta en cuña muy deportiva. ⇒ Más información
• IMAGEN Y DISEÑO
El Mazda 3 rompe moldes con una línea limpia de trazos suaves y exquisitos que le distingue. El Clase A impacta por la fuerza del frontal, con sus grandes tomas de aire y la parrilla con la estrella resaltada. El Serie apuesta por un perfil en cuña muy acusado que le da mucho carácter. El Volkswagen explota la imagen y carisma del Golf. ⇒ Más información
• PRECIOS Y EQUIPAMIENTO
El Mazda 3 es el más asequible, 25.865 con descuentos (sin rebajas por financiación), entre 5.000 y 6.600 euros menos que sus rivales. Pero es el único con cambio manual, y con caja automática como sus rivales cuesta 2.300 euros más, lo que reduce la ventaja a entre 3.000 y 4.000 euros. Le sigue el Volkswagen Golf, con 30.983, casi igual que el BMW 118i, que sale por 31.319. Y el Mercedes sube a 32.500 euros. ⇒ Más información
LA CONCLUSIÓN
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