El Fiat 600e ha vuelto y lo ha hecho convertido en un coche a medio camino entre el segmento B y el B-SUV ofreciendo, según la marca italiana, lo mejor de ambos mundos. Rompe con la imagen del Fiat 600 de los años 50, pero pretende seguir sus pasos como eléctrico: ¿es uno más o es, realmente, útil? La respuesta está en la prueba realizada en Turín.
El Fiat 600e estrena un motor, que es un 50% más silencioso que el de la generación anterior. Con una potencia de 115 kW (156 CV), acelera de 0 a 100 km/h en 9,0 segundos y cuenta con tres modos de conducción: Eco, Normal y Sport.
Es una cifra más que suficiente para moverse por la ciudad y por sus alrededores, pero a la hora de emprender un viaje largo por carretera puede quedarse justa. Y es que a los 1.520 kilos del Fiat 600e hay que añadir el del conductor, el de los pasajeros y el del equipaje. En un eléctrico, cada kilo es importante.
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Uno de los puntos que Fiat destaca del 600e es su autonomía, que ha mejorado un 25% con respecto al proyecto 600e gracias a la evolución del motor y de la propia batería.
Es de iones de litio y tiene una capacidad de 54 kWh, que en ciclo combinado le proporciona una autonomía oficial, según WLTP, de 406 kilómetros. Una cifra escasa para grandes trayectos en los que entra en juego las características de la ruta, el número de pasajeros, su equipaje, las condiciones del clima o el uso de los sistemas del vehículo (climatización, multimedia…).
En la ciudad las cosas cambian porque, en ciclo urbano, el rango del Fiat 600e es de 591 kilómetros. A esto hay que añadir que los tiempos de carga no están nada mal: en un punto rápido de 100 Kw, la batería pasará del 20 al 80% en 27 minutos. Perfecto para las prisas del día a día. Con el cargador de 11 Kw que viene a bordo y el cable Modo 3, estará lista en seis horas.
El Fiat 600e en acción
La ruta propuesta por Fiat para probar el 600e se dividía en dos partes: la primera de 47 y la segunda de 78 kilómetros (125 en total). En ambos casos se recorría la autopista levemente, la ciudad y se pasaba, en su mayoría, por carreteras secundarias. También atravesaban varias pequeñas localidades.
El Fiat 600e destaca por un notable confort de marcha. A la comodidad del asiento del conductor hay que sumar una buena insonorización y la ausencia de vibraciones. Filtra correctamente las ondulaciones de la carretera, que llegan antes a través del ruido de la suspensión que del movimiento real en el interior del coche.
La dirección es suave, liviana, rápida y algo asistida de más, una característica que impide que la persona que va al volante tenga toda la información posible: la conexión entre el coche y el asfalto es débil. En curva, sin embargo, gana un tranquilizador peso.
El motor se desenvuelve con soltura gracias a una destacable respuesta que le proporciona una agilidad inusual en vehículos que parecen más un SUV que un compacto. Esto es especialmente reconocible en las carreteras secundarias italianas que recorrió el Fiat 600e, ya que estaban plagadas de curvas de todo tipo.
Es ahí donde el eléctrico italiano exhibe cierto dinamismo, sobre todo con el modo Sport. No hay balanceos, la carrocería se mantiene en su sitio y transmite seguridad en cada giro: a ello contribuye la puesta a punto específica de las suspensiones.
Y aunque aprueba sin problemas la prueba en carretera, es en la ciudad donde se puede sacar el máximo partido al Fiat 600e. Como buen urbano eléctrico se mueve adecuadamente y con fluidez: conducirlo es tan sencillo como eficiente. Y, además, cuenta con dos niveles de frenada regenerativa a la que, eso sí, cuesta coger el punto.
El consumo real del Fiat 600e
Sobre el papel, el Fiat 600e promete un consumo oficial de 15,5 kWh/100 km. Eso sí, a veces la teoría no tiene mucho que ver con la práctica: el consumo global obtenido en la prueba ha sido de 19,4 kWh/100 km. Y hay que tener en cuenta que, en el primer tramo del test, donde se pisó el acelerador con cierta alegría, la cifra obtenida fue de 24,2 kWh/100 km.
¿Y la autonomía? El Fiat 600e arrancó con la batería al 99% y un rango de 400 kilómetros. Después de la primera parte, la autonomía era de 340 kilómetros con la batería al 86% y al finalizar, quedaban 218 kilómetros (65%).
¿Qué tiene el Fiat 600e para el conductor?
El Fiat 600e ofrece un interior lleno de plásticos duros: de buena apariencia, pero duros. La única excepción la marca el revestimiento interior de las puertas presente en la unidad de prueba; un Fiat 600e La Prima (el tope de gama).
Las plazas delanteras son cómodas y amplias, también para personas de elevada estatura. El conductor tiene regulación eléctrica para su asiento, algo que no está disponible en el del copiloto.
La fila trasera es algo más justa y, aunque el coche tiene capacidad para cinco personas, tres ocupantes viajarían con notable incomodidad. Para acceder, eso sí, han hecho el arco de la puerta 37 milímetros más ancho.
El tacto del volante es suave y la dotación tecnológica, suficiente: un cuadro de instrumentos digital de siete pulgadas con la información básica y necesaria, así como una pantalla de 10,25’’ para el sistema de infoentretenimiento.
¿Cuánto cuesta el Fiat 600e?
El Fiat 600e RED es la versión de acceso. Se caracteriza por el color de su carrocería e interior: el rojo es su seña de identidad. Está disponible desde 35.950 euros. El tope de gama es el Fiat 600e La Prima, que está disponible en cuatro colores (Sol de Italia, Mar de Italia, Tierra de Italia, Cielo de Italia) y arranca en 40.950 euros.
Así es el Fiat 600e
Fue en julio de 2023 cuando la marca italiana dio a conocer el Fiat 600e, un coche a medio camino entre el segmento B y el B-SUV asentado sobre la plataforma CMP de Stellantis.
Mide 4,17 metros de largo, 1,52 de alto y 1,78 de ancho. Su batalla es de 2,56 metros, su altura libre al suelo roza los 20 centímetros y su radio de giro es de 10,5 metros, uno de los mejores de su categoría. Pesa 1.520 kilos.
Tiene cinco plazas y un maletero con una capacidad de 360 litros: una cifra que ha alcanzado gracias a que el Fiat 600e ha sumado seis centímetros extra en la parte trasera para ampliar este espacio de carga. A él se suman otros 15 litros de almacenamiento interior, además del espacio extra en la parte delantera.
No será un coche gris
Literalmente. La carrocería del Fiat 600e no lo incluirá en su paleta de colores, integrada por cuatro tonos (Sol, Mar, Tierra y Cielo) que “recuerdan la belleza y los paisajes naturales italianos”. El eléctrico italiano presume de una renovada identidad de iluminación LED, una nueva firma cromada en el frontal y en los laterales, además de faldones y pasos de rueda en negro mate.
En el perfil las llantas pueden ser de hasta 18 pulgadas y 690 mm de diámetro, mientras que en la parte trasera se ha mantenido la pronunciada curva, aunque el motor ya no se encuentre en ese lugar como antaño. El alerón negro resalta las características formas redondeadas y, de paso, aporta dinamismo. La bandera del parachoques trasero pone el toque más italiano.
Terapia de color
El interior del Fiat 600e recuerda, inevitablemente, al Fiat 500: el salpicadero, por ejemplo, es herencia del ‘Cinquecento’ igual que las formas redondeadas del exterior o los grupos ópticos.
Equipado con acceso sin llave con sensor de proximidad, el interior cuenta con cargador inalámbrico, tres puertos USB (A y dos C), alfombrillas de velour… Ofrece, además, terapia del color: el conductor puede elegir hasta ocho colores diferentes tanto para la luz ambiental como para el salpicadero, con un total 64 combinaciones diferentes.
Sistemas y ayudas para conducir el Fiat 600e
Teniendo en cuenta que el Fiat 600e es, eminentemente, un vehículo urbano, su lista de sistemas y ayudas a la conducción está perfectamente coordinada con la ciudad. Ofrece el nivel dos de conducción asistida y una lista integrada por las siguientes herramientas:
- Control de Crucero Adaptativo (ACC)
- Asistente de Velocidad Inteligente
- Detector de Ángulo Muerto
- Stop&Go
- Freno de Estacionamiento Eléctrico
- Frenado de Emergencia Autónomo para reconocer ciclistas y peatones
- Detección de Conductor Somnoliento
- Sensores de 360° y la cámara de visión trasera de 180º
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.