No es un modelo de bajo coste, pero sus precios sí lo son. El ASX, el SUV compacto de Mitsubishi, está disponible desde 23.700 euros, pero tiene un descuento promocional de 4.600 y, si se financia la compra con la marca, se rebajan otros 2.400 hasta un total de 7.000. Y así, la tarifa de acceso se queda en 16.700 euros y lo postula como uno de los familiares camperos de tamaño compacto más asequibles del mercado.
La clave está en que el Mitsubishi ASX nació en 2010 y es un coche más veterano que los de la competencia, que cada vez es más amplia y abarca propuestas de todo tipo: de bajo coste (Dacia Duster), con ciertos años (Opel Mokka X, de 2012), de diseño (Fiat 500 X, Mazda CX-3), de reciente lanzamiento (nuevos Peugeot 2008 y Renault Captur, Seat Arona, Citroën C3 Aircross…), con mayor orientación campera de lo normal (Jeep Renegade, Subaru XV) y hasta de próxima aparición (Ford Puma).
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Pero el SUV compacto japonés se mantiene en forma con esta actualización, porque refresca su imagen y ofrece un estilo más actual; estrena también un motor más potente (2.0 de 150 CV, en lugar del actual 1.6 de 117 CV), puede llevar de nuevo tracción 4×4, aunque solo en el acabado superior, y viene correctamente equipado de serie desde la versión más asequible, la de los 16.700 euros, con elementos como llantas de aleación de 16 pulgadas, climatizador, bluetooth y USB, aparte de los sistemas de seguridad obligatorios (control de estabilidad ESP, sensor de presión de ruedas…).
A grandes rasgos, el Mitsubishi ASX es un modelo más sencillo que sofisticado, pero ofrece una gran relación entre lo que da y lo que cuesta, y con los cambios aplicados rejuvenece y mantiene el tipo frente a sus rivales. Las modificaciones estéticas se reparten por toda la carrocería (frontal, trasera, llantas…) y aportan ahora una estampa más robusta y moderna, con mayor empaque y atractivo, especialmente en el frontal. El interior, en cambio, no varía tanto y presenta solo retoques menores, que apenas alteran la presentación conocida del salpicadero y la cabina.
Con 4,36 metros de longitud, el Mitsubishi ASX se sitúa por encima de la media de su clase, y tanto las plazas delanteras, con espacio para acomodar a los más altos, como el maletero (406 litros), sacan partido de las dimensiones exteriores y ofrecen buena capacidad. Los asientos traseros, en contrapartida, son comparativamente más pequeños, y pueden quedarse justos para estaturas a partir de 1,80 metros, sobre todo si los ocupantes delanteros son también altos.
El nuevo motor 2.0 de gasolina y 150 CV mejora claramente las prestaciones y el consumo solo sube ligeramente. Acelera de 0 a 100 km/h en 10,2 segundos, 1,3 más rápido que el 1.6 de 117 CV saliente; alcanza 190 km/h (frente a 183) y gasta 7,1 litros de media oficial (solo 0,4 litros más; norma WLTP). Y así, mantiene el ritmo en autopista con mayor soltura, adelanta mejor en carretera y, en general, otorga al conductor una reserva de potencia superior.
El comportamiento mantiene características similares, y el ASX 2019 sigue transmitiendo finura de mandos y una pisada más ágil que aplomada.
El motor puede asociarse a un cambio manual de cinco marchas o a un automático CVT de seis (variador continuo, similar al de las motos escúter), que reduce el brío (12,2 segundos en el 0 a 100 km/h) pero funciona con corrección y aumenta el confort de conducción. Sin embargo, no se pueden combinar libremente, al igual que la tracción delantera o 4×4, porque cada opción se liga a una versión de equipamiento.
De esta forma, la gama del Mitsubishi ASX se compone de cinco alternativas: Challenge, con cambio manual y tracción 4×2 (16.700 euros); Spirit, igual pero con más equipamiento (ver más abajo; 18.700); Motion, automático y 4×2 (20.700); Kaiteki, también automático y 4×2 (22.000), y Kaiteki +, automático y 4×4 (25.700 euros).
El equipamiento resulta nutrido desde la versión Challenge, aunque para disponer de cámara trasera y centro multimedia con pantalla táctil (ahora de ocho pulgadas en lugar de siete, y complementado con Android Auto y Apple Car Play) hay que subir al Spirit. Y aunque la dotación se enriquece con cada acabado, las tarifas también suben y, en comparación con la competencia, es mucho más interesante la versión de acceso del Mitsubishi ASX que las superiores.
El Challenge reúne, aparte de los elementos ya citados, elevalunas y retrovisores eléctricos, ordenador de viaje, volante y pomo del cambio en cuero, luces y limpiaparabrisas de conexión automática, sensor trasero de aparcamiento y equipo de sonido. El Spirit suma barras de techo, cristales traseros tintados, la cámara y el centro multimedia, acceso y arranque sin llave, retrovisor interior antideslumbramiento y un salpicadero revestido con material mullido.
El Motion añade llantas de aleación de 18 pulgadas y una decoración más vistosa (cromados, detalles en laca negra), entre otras cosas, y el Kaiteki cuenta con techo solar, una tapicería de mayor calidad (denominada Grand Luxe) y una serie de sistemas de seguridad y asistencia a la conducción, desde la frenada automática de emergencia y la alarma de salida del carril, hasta la alerta de tráfico trasero al desaparcar y las luces largas automáticas. Además, el Kaiteki + dispone de tapicería de cuero y asiento del conductor con ajuste eléctrico, y calefacción en ambas butacas delanteras.
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