Volvo EX30: el último aspirante al trono del mejor eléctrico urbano

Practicidad, estilo y un precio asequible. Estos son, según Volvo, los ingredientes básicos con los que esperan que el EX30 se convierta en todo un éxito de ventas. Ya disponible en los concesionarios, acumulaba 2.000 pedidos seis meses después de su lanzamiento, que tuvo lugar en junio de 2023. ¿Qué diferencia al enésimo candidato al trono de la ciudad?

El EX30 no es un coche cualquiera para Volvo: por algo, en todo momento, la marca hace especial énfasis en la importancia que tiene. Supone su aterrizaje en un segmento completamente nuevo en su hoja de ruta: el de los modelos convencionales, con mayores ventas… y precios más asequibles. Cabe recordar que los suecos siempre han ido de la mano de lo prémium.

EL MOTOR ya tuvo una primera toma de contacto, hace unos meses, con el Volvo EX30. Ahora se vuelve a poner a los mandos del eléctrico sueco para examinarlo en tres escenarios: ciudad, autovía y carreteras secundarias. Tres pruebas llevadas a cabo en algo más de dos horas y a través de 215 kilómetros recorridos por Madrid y sus alrededores.

El Volvo EX30 es una oda al diseño nórdico: superficies limpias comparten espacio con líneas más marcadas que le aportan personalidad… y evocan la imagen de su primo, el Polestar 2. La marca conserva una de sus señas de identidad: los faros con la forma del martillo de Thor.

El mismo enfoque plantean para un interior que es el orgullo de Volvo. La marca ha apostado por materiales reciclados para hacer del EX30 el modelo más sostenible de su gama y presumen de ello. El habitáculo está muy bien optimizado, gracias a su elevado techo y a su forma cuadrada, los 4,23 metros de largo, los 1,84 metros de ancho y los 1,55 metros de alto saben a más.

Los asientos delanteros son muy cómodos y, a primera vista, la fila trasera es lo suficientemente espaciosa como para que un par de adultos puedan sentarse sin necesidad de contorsionarse. No obstante, en la práctica, el espacio para las piernas se queda justo si estas dos personas son altas.

El interior del Volvo EX30 es como el doctor Jekyll y el señor Hyde: tiene sus cosas buenas y también algunas menos buenas. El diseño es tan minimalista que no hay botones; únicamente los de las ventanillas, que están situados en la consola central y esta es una ubicación extraña para muchos.

El resto de los ajustes se lleva a cabo a través de la pantalla central, de 12,3 pulgadas y con formato de tableta. Aquí no sólo se ajusta la climatización (con dos o tres de toques), también el sonido o los retrovisores: hay que acceder a un menú y a un submenú para seleccionar uno de los espejos y, después, moverlo con los botones hápticos del volante.

También se gestionan, a través de la pantalla central, el botón de emergencia (que tiene un acceso directo), toda la información sobre el consumo, obviamente el sistema de infoentretenimiento, las aplicaciones… e, incluso, la apertura del pequeño hueco que hay en la columna central. No, en el minimalismo del Volvo EX30 no hay sitio para la guantera tradicional.

Eso sí, la última versión del sistema operativo Android de Volvo es mucho más fácil de usar que el antiguo software. Responde rápidamente a las peticiones y permite al conductor iniciar sesión en su cuenta de Google para acceder a aplicaciones como Spotify, aunque también se puede ejecutar Android Auto (inalámbrico) o Apple CarPlay (todavía con cable).

Llaman la atención, por otro lado, la abundancia de plásticos duros en los paneles de las puertas, en el salpicadero o en la consola central flotante. Algunos de ellos están lejos del concepto prémium, pero son, sencillamente, el resultado de la necesaria reducción de costes para poder ofrecer un precio atractivo.

Superada la curva de aprendizaje que supone manejar casi todo el coche a través de la pantalla central, llega el momento de poner el Volvo EX30 a prueba. Lo primero que sorprende es que no hay cuadro de instrumentos gracias, una vez más, al recorte de costes.

Esto tiene una ventaja y una desventaja. La primera es que el conductor goza de una visión más amplia de la carretera o de la calle. La segunda es que, dentro de su campo de visión, no figuran datos esenciales como el velocímetro: está, efectivamente, en la pantalla central y, en el momento, en el que el conductor sale de la página principal para hacer algún ajuste, se pierde.

¿Cómo va el Volvo EX30?

En general, el Volvo EX30 es un coche cómodo: para conducir y para viajar en él porque tanto el conductor como los pasajeros se encuentran en un coche eléctrico que invita a la calma. A su favor tiene su rodadura silenciosa, que se combina con una buena insonorización; sólo se cuela algo de ruido leve.

El ajuste elegido por Volvo para el sistema de suspensión del EX30 es agradable y su dirección se podría definir con un par de adjetivos: directa y asistida. El conductor es consciente, en todo momento, de lo que ocurre bajo sus pies, aunque la implicación no es total debido a esa ligereza. Y en cuanto al consumo, se quedó por encima de la cifra oficial: 17,2 kWh/100 km frente a los 16,3 del Ciclo WLTP.

El Volvo EX30 en autovía

Por las autovías que rodean Madrid, el Volvo EX30 circula con brío y acelera con fuerza. No es de extrañar, puesto que la unidad de prueba es la versión tope de gama, bautizada como Twin Motor: la más rápida de toda la gama de la marca sueca, con una aceleración de 3,6 segundos en el 0-100 km/h.

Está equipada con un par de bloques eléctricos. Entregan una potencia de 428 CV, tiene tracción total y, en este caso, la batería de 64 kWh promete 460 kilómetros de autonomía. A una velocidad de crucero de 120 km/h, se muestra cómoda y no tiene problemas para aguantar el equilibrio. Incluso si se demanda más potencia, tampoco se experimenta ninguna pérdida aguda en la carga.

El Volvo EX30 en carreteras secundarias

Ese carácter eléctrico y la potencia del Volvo EX 30 Twin Motor es fundamental para afrontar un adelantamiento en carreteras secundarias sin atisbo de dudas. Lo mismo sucede en las incorporaciones o en cualquier situación que pida un extra de potencia. Ahora bien, quizás 428 CV sean demasiados para un coche cuyo uso lógico es eminentemente urbano y esa fuerza podría haberse minimizado para convertirla en más autonomía.

Volviendo a la conducción por carreteras secundarias, la dirección del Volvo EX30 es obediente y afinada en curva. Se notan, eso sí, ciertos balanceos derivados del extra de peso que suponen las baterías, aunque el sistema de tracción total garantiza una estabilidad notable.

El Volvo EX30 en su hábitat: la ciudad

En su terreno, la ciudad, el Volvo EX30 se presenta como un coche fácil de conducir: a ello contribuye su tamaño (4,23 metros de largo) y la configuración del interior, que le aporta una buena visibilidad. La única interferencia es el pilar A que, en determinadas situaciones, puede dibujar algún ángulo ciego.

El tacto del acelerador es directo y, aunque no tiene modos de conducción, sí cuenta con la función ‘one pedal’. Gracias a ella se puede conducir, prácticamente, usando sólo el pedal derecho: algo fundamental para hacer más sencilla y cómoda la circulación por las calles de cualquier urbe.

Una vez más, la suspensión saca buena nota porque filtra correctamente cualquier bache o rugosidad típica de las calles más transitadas. Y la dirección permite tener el control en todos los escenarios habituales que tienen lugar en la ciudad: atascos, circulación por vías de todo tipo o búsqueda de aparcamiento.

¿Es un coche eléctrico asequible?

Volvo hace especial énfasis a la hora de describir al EX30 como un coche eléctrico asequible. Su versión de acceso, la Single Motor, arranca en 37.500 euros: sin promociones de la marca y sin restar ayudas como las del Plan Moves. Este modelo ofrece 272 CV y está equipado con una batería de 51 kWh, que promete una autonomía oficial de 344 kilómetros y un consumo de 16,7 kWh.

En el nivel intermedio, la Single Motor Extended Range (272 CV y 476 kilómetros de autonomía gracias a una batería de 69 kWh) tiene un precio inicial de 42.763 euros. No sólo se puede beneficiar de las ayudas del Plan Moves, también cuenta con una oferta temporal con la que la marca rebaja su precio 5.000 euros para situarla al mismo nivel que el modelo de acceso.

En lo más alto de la gama se ubica el Volvo EX30 Twin Motor (428 CV, 4×4 y una batería de 69 kWh, que le proporciona una autonomía de 450 kilómetros). En este caso, el precio arranca en 48.995 euros.