El buen precio y la comodidad del Citroën C5 Aircross híbrido enchufable

Disponible desde 32.700 euros, el SUV francés destaca por su confort de marcha, modularidad interior y autonomía eléctrica de hasta 55 kilómetros.

La conducción del C5 Aircross híbrido prima la comodidad sobre las prestaciones.

El proceso de electrificación sigue avanzando según la ruta marcada en el grupo PSA. Después de las versiones con motores híbridos enchufables del DS7 Crossback, Peugeot 3008 y Opel Grandland X, llega esta cuarta propuesta, el Citroën C5 Aircross Hybrid.

Y todos se engloban en una nueva clase de SUV de uso familiar que recurre a esta tecnología clasificada con la etiqueta Cero de la DGT y en la que también compiten modelos de otras marcas como el Ford Kuga (por dimensiones y potencia el rival más directo del C5 Aircross), el Kia XCeed, el Renault Captur (que es más pequeño) y ya con un precio superior, el Volvo XC 40.

El Citroën C5 Aircross Hybrid mide 4,5 metros de largo y es un SUV de tracción delantera que ya está disponible desde 42.150 euros (32.700 con todos los descuentos). Combina un motor de gasolina de cuatro cilindros 1.6 Pure-Tech de 180 CV con otro eléctrico de 110 CV, que consiguen una potencia conjunta de 225 CV.

Y como el sistema está conectado a una pila de 13,2 kWh que se puede recargar en la red, el motor eléctrico puede mover el coche durante 55 kilómetros (homologados según el ciclo WLTP) sin necesidad de arrancar el propulsor térmico. En los primeros 100 kilómetros y con la batería a plena carga, el SUV de Citroën homologa un consumo medio de 1,4 litros/100 km, registrando unas emisiones de CO2 de 32 g/km.

En la prueba real, sobre un circuito de 100 kilómetros que alternó autovía, carretera comarcal, ciudad y un tramo de conducción deportiva, el Citroën C5 Aircross Hybrid gastó 5,6 litros de gasolina. Y circuló un 31 % de la distancia utilizando solo energía eléctrica sin llegar a agotar del todo la pila, ya que al final conservó un remanente de 12 kilómetros de su autonomía.

Conducción relajada

Las sensaciones a bordo del Citroën son de comodidad y silencio más que de reactividad mecánica. Con unas suspensiones de tarado blando, un interior confortable, asientos ergonómicos y un buen aislamiento del habitáculo, invita a viajar de forma relajada antes que a intentar aprovechar al máximo el potencial mecánico. El sistema híbrido eleva 340 kilos el peso del vehículo respecto a las versiones térmicas con el mismo motor de gasolina 1.6 Pure-Tech, lo que le resta parte de dinamismo, sobre todo en carreteras con muchas curvas.

La caja de cambios ë-EAT8 automática de ocho marchas, que tiene un funcionamiento robotizado, permite manejar las marchas de forma manual mediante levas en el volante. Las respuestas desde parado y hasta 80 km/h son muy vivas, gracias a la destacable potencia del motor eléctrico.

A mayor velocidad ya se necesita la intervención del motor de gasolina para mantener el ritmo y es en esos momentos de transición, en los que el ordenador del sistema tiene que decidir, cuando en ocasiones se notan leves desfases entre las dos motorizaciones. Pero una vez superadas estas dudas puntuales, el Citroën C5 Aircross Hybrid recupera su funcionamiento habitual, que es por lo demás muy suave y especialmente silencioso.

En todo caso, el conductor puede elegir tres modos de uso diferentes: eléctrico, híbrido o deportivo. En el primero, el coche solo se desplaza con energía eléctrica; en el segundo, el coche combina los dos modos para conseguir la mejor eficiencia; en el tercero, aprovecha toda la potencia disponible para privilegiar las prestaciones.

Asientos traseros modulables

El secreto de aprovechar bien el potencial de los híbridos enchufables es iniciar los trayectos siempre que se pueda con la batería cargada. La del Citroën C5 Aircross Hybrid tarda en hacerlo menos de dos horas usando un cargador rápido de 7,4 kW. Y si se recurre al de serie, de 3,7 kW, recupera la totalidad de su carga en cuatro. Un tiempo que se alarga hasta las siete horas si se enchufa a una toma doméstica normal. Y, además de las razones de eficiencia, partir con el máximo de energía en la pila también ayudará a elevar la autonomía total en los viajes, ya que, para dejar espacio a la mecánica eléctrica, el depósito de gasolina se ha reducido a 46 litros, frente a los 53 de las versiones térmicas.

En el interior del Citroën C5 Aircross Hybrid, que tampoco es de los más grandes en su clase, el cambio más importante, además de la instrumentación y mandos específicos de su mecánica híbrida, es precisamente la pérdida de capacidad del maletero por la necesidad de alojar la batería. No obstante, a pesar de bajar en 120 litros el volumen disponible, sigue ofreciendo 460, que se pueden ampliar a unos destacables 600 litros si se deslizan hasta 10 centímetros los asientos traseros (que son individuales, reclinables y plegables). Un plus de modularidad que permite aprovechar mejor el interior del SUV.

El Citroën C5 Aircross Hybrid se vende en dos acabados: Feel (42.150 euros) y Shine (45.100), y su equipamiento incluye 20 tecnologías de ayuda a la conducción.

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