El rompedor Seat Fórmula y otros nueve coches que nunca llegaron a la carretera

No están todos los que son, pero sí son todos los que están. Aquí hay una prueba representativa de modelos que, aun viendo la luz, no terminaron en la cadena de producción ni a la venta.

Y es que, por diferentes motivos, hay muchos modelos que a pesar de ser diseñados y construidos nunca llegaron a venderse. ¿Habrían sido un éxito de ventas? Nunca se sabrá, pero viéndolos ahora, varios de ellos tenían motivos para triunfar.

Porsche 989 (1989)

A finales de los años ochenta, la situación financiera de Porsche no era muy boyante. El 989, un sedán familiar deportivo, se concibió como un 911 de cuatro puertas, pero cambió el motor bóxer de seis cilindros refrigerado por aire por un V8 de 4,2 litros y 350 CV.

Sin embargo, en 1991 y tras darse cuenta de que el 989 sería demasiado caro de diseñar y construir, los ejecutivos de la marca cancelaron el proyecto.

Volvo 480 descapotable (1990)

Se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1990, y se fabricaron cuatro prototipos, dos en Holanda y dos en Bélgica. Pero tras mostrarlo, Volvo prefirió trabajar con TWR en el Reino Unido y dedicar su esfuerzo y una buena inversión en hacer el posterior C70 descapotable.

BMW M8 (1991)

Era una versión con motor V12 de 6,1 litros y 640 CV. Solo tenía dos asientos (de tipo bacquet) y frenos de competición. La recesión de principios de los noventa y el comienzo de la preocupación por el medio ambiente dieron al traste con este increíble BMW.

Opel Calibra descapotable (1992)

Muchos de los Calibra se fabricaron en la factoría Valmet de Finlandia, y fue este carrocero independiente el que produjo un par de Opel Calibra descapotables con motores de 2 litros y ocho válvulas.

Al parecer, uno de ellos fue destruido durante las pruebas, mientras que el otro sobrevivió. Aunque desde ese momento, varios preparadores practicaron con la ‘radial’ en no pocas creaciones, algunas de lo más interesantes.

Lamborghini Calà (1995)

Sin recursos financieros, Italdesign creó un superauto junior para Lamborghini llamado Calà. Su motor era un V10 de 4 litros y posición central.

Pero el progreso de terminarlo para la producción no fue muy rápido y cuando Lamborghini fue vendido a Volkswagen en 1998, el Calà se descartó.

Mazda MX-6 descapotable (1995)

El Mazda MX-6 con techo de lona fue fabricado para el mercado estadounidense hacia 1995. Al parecer, este coche fue realizado por ASC, una empresa que nada tenía que ver con Mazda. Y solo hizo un prototipo para evaluarlo. Evidentemente, Mazda dijo no al proyecto y ahí se terminó esa bonita historia.

Seat Fórmula (1999)

A imagen y semejanza del recién lanzado Lotus Elise, el Seat Fórmula llevaba un motor turbo tetracilindríco y de dos litros con 240 CV.

Pesaba sólo 900 kg, y eso le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos. Pero el Grupo Volkswagen decidió concentrarse en los hatchbacks deportivos.

Jaguar C-X75 (2010)

Su nombre viene de la celebración del 75 aniversario de la firma del felino. La recesión mundial provocó que las 250 unidades inicialmente previstas se cancelaran. Además, su complicación técnica, ya que era híbrido con microturbinas para extender su autonomía eléctrica, terminó de matar el proyecto.

Aún así, Jaguar fabricó siete ejemplares del vehículo, cinco de los cuales fueron utilizados en escenas de riesgo de ‘Spectre’, la película de James Bond de 2015.

Toyota GT86 descapotable (2013)

Toyota desveló un GT86 concept sin capota en el Salón de Ginebra de 2013 (llamado FT-86 Open), que llamó la atención de la prensa internacional y de no pocos visitantes.

Su mecánica era idéntica a la del coupé y su prototipo parecía preparado para rodar. Pero a los pocos meses, Toyota confirmó que el proyecto del GT86 descapotable estaba muerto.

Mini Superleggera Vision (2015)

Fue diseñado por un preparador ajeno a Mini denominado Touring Superleggera. Y querían construir el rival perfecto del roadster más famoso y vendido del mundo: el Mazda MX-5.

El éxito de su presentación en el lujoso salón italiano de Villa d’Este, animó a BMW a plantearse su producción. Pero diferentes problemas técnicos y de financiación dieron al traste con este interesante proyecto.