Los vehículos teledirigidos tienen su ciclo en la historia. Desde los automóviles de juguete hasta las marcas que han efectuado pruebas en este tipo de conducción a distancia, casi siempre en circuito cerrado, para ensayar sistemas y futuras implementaciones en los automóviles de serie.
Ahora la compañía británica StreetDrone quiere hacer de esto una nueva forma de movilidad, aunque la tecnología no es tan novedosa.
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Por ejemplo, la compañía Nissan creó en el año 2017 un GT-R a tamaño real para ser conducido por radiocontrol en el circuito de Silverstone. Se enmarcó dentro del lanzamiento del videojuego Gran Turismo Sport y con el piloto Jann Mardenborough subido a un helicóptero y controlando el coche mediante el mando de una Play Station.
Lo que la empresa StreetDrone propone, gracias a su último software denominado Encode, es que el conductor de un autobús, un taxista o un repartidor, puedan manejar el vehículo desde el ordenador de su casa. Para ello, la tecnología 5G resulta crucial, al ofrecer más volumen de datos con una menor latencia permiten reflejar las reacciones del conductor inmediatamente en el automóvil.
El objetivo final de la compañía, más allá de lo antes mencionado, es poder servir como mecanismo de emergencia para los vehículos autónomos. En caso de que un coche autónomo, en un futuro, tuviera problemas con su sistema de guiado y se saliera de lo prestablecido, inmediatamente un conductor pudiera hacerse con el control en remoto y devolver el automóvil a la base o al garaje de la casa.
Berlín ya ensaya este tipo de conducción
Este sistema de conducción teledirigida ya está siendo probado en la ciudad de Berlín. Vay, una empresa alemana de coches compartidos, ya lleva más de un año haciendo pruebas para trasladar mediante control remoto sus coches hasta la puerta de los usuarios solicitantes del servicio. A partir de ahí el usuario toma el control hasta que llega a su destino.
Así mismo, calculan que, por cada coche de alquiler por uso, pueden reemplazar a 20 automóviles privados, con la consiguiente disminución del tráfico y las emisiones. Otro punto fundamental es el ahorro en los costes. Tanto el software como el hardware necesarios para implementar la conducción teledirigida son mucho menos costosos que los que se requiere para la conducción autónoma.
¿Es lo mismo un coche autónomo que uno teledirigido?
Aunque pueden parecer tecnologías similares, tienen sus puntos de diferencia. Los vehículos autónomos no disponen de pedales, ni volante. Cuentan con un cerebro virtual que se encarga de identificar la situación y después actuar en consecuencia.
Tienen sensores, cámara y radares con un alcance amplio para detectar objetos en todas las direcciones (todo esto sin intervención humana) siendo capaces de percibir el medio que le rodea y actuar en consecuencia.
Por su parte, los vehículos teledirigidos cuentan con volante y pedales. También disponen de un conjunto de sensores y cámaras conectados a internet (mediante tecnología 5G) para ser operados por control remoto desde un centro de supervisión.
A su vez, los operarios que dirigen el vehículo a distancia disponen de volante, pedales y pantallas de gran formato para controlar todo lo que sucede alrededor del automóvil. Aquí la intervención humana es fundamental para el funcionamiento.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.