Es el cuarto integrante de la familia de prototipos Sphere de Audi, formada por el Skysphere presentado en 2021, y los Grandsphere y Urbansphere presentados en 2022. Ahora, el Audi Activsphere Concept llega como un crossover de cuatro puertas, pero increíblemente versátil y futurista en todos los sentidos.
A primera vista, su tamaño impresiona: mide 4,98 metros de largo, 2,07 metros de ancho y 1,60 metros de alto. Además, su distancia entre ejes es de 2,97 metros, con lo que el espacio disponible para el pasaje también resulta superlativo.
Carrocería cupé o ‘pick-up’
Concebido y diseñado en el Audi Design Studio de Malibú, el Sphere combina la carrocería de tipo sportback de la marca, la versatilidad de un SUV y la capacidad de un auténtico 4×4.
El futuro comienza con sus llantas. Son grandes, 22 pulgadas, pero lo más interesante es que ya se esconde en ellas una solución técnica de lo más avanzada. Poseen unos segmentos móviles que se abren e inclinan ligeramente para mejorar la ventilación de los frenos cuando se utilizan en conducción todoterreno. Estos se pliegan de nuevo al volver al asfalto, para favorecer la aerodinámica.
Su altura libre al suelo de casi 21 centímetros puede aumentar otros cuatro a voluntad, gracias a su suspensión neumática y en una característica que ya muestran los Audi de la saga Allroad, como el A4 y el A6.
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Delante, muestra unos estilizados grupos ópticos que parecen ojos y que cambiarán su firma según se circule por carretera o por campo, gracias a su tecnología de micro-LED ultrafinos.
Además, entre los faros, la característica parrilla Singleframe se ha diseñado como un acristalamiento transparente que ofrece a los ocupantes una inédita visión delantera de la carretera.
El techo cuenta con un portaesquís integrado en el centro completamente enrasado e invisible que se puede desplegar en caso de querer fijar y transportar estos elementos para la nieve.
Pero casi lo más interesante de esta carrocería está en la parte trasera y en su capacidad de transformación. Su zaga de tipo sportback puede cambiar al subir su amplio acristalamiento hacia el techo y abatir el portón trasero, por lo que pasa a convertirse en todo un pick-up con espacio y soportes específicos para dos bicicletas eléctricas, por ejemplo.
La transformación se completa con un cristal de separación motorizado que emerge por detrás de los asientos traseros para aislar el habitáculo de la nueva zona de carga, ahora exterior, trasera.
Dentro, como ‘Minority Report’
El Audi Activesphere no es un coche normal. Mucho menos por dentro. La falta de mandos físicos o de grandes pantallas digitales para controlar sus funciones hace preguntarse cómo se puede manejar este vehículo.
Se realiza a través de unas gafas especiales en lo que Audi denomina “realidad mixta”, ya que es el resultado de una interesante mezcla entre la realidad virtual y otra aumentada que viene a crear un nuevo mundo de sensaciones denominado Audi Dimension.
Simplificando, con estas gafas (que además pueden utilizarse también fuera del vehículo en senderismo o esquí, por ejemplo) se accede a información y controles que sin las ellas no aparecen por ningún lugar. Y algunos de estos controles, como el de la climatización, se podrán activar y manejar con un simple gesto de la mano, como si se cogiera en el espacio vacío y se rotara, órdenes a las que responderá como un control físico tradicional. Ciencia ficción en estado puro.
Sin pilar central y con puertas enfrentadas, el acceso al interior y la visión que se obtiene al abrir las puertas impresionan de nuevo. Para empezar, con unos colores degradados desde el rojo volcánico (así lo denomina la marca de Ingolstadt) hasta el negro o, lo más llamativo, con unas butacas delanteras que parecen flotar sobre el suelo.
Aun así, vuelve a sorprender no ya solo la ausencia de controles ya señalada, sino la falta de salpicadero en sí y de… volante y pedales. Con esto, la primera suposición es que se trata de un vehículo de conducción autónoma. Pues sí… y no. Lo es, pero también puede ser guiado por el conductor. ¿Cómo? De forma tradicional, porque el volante y los pedales emergen del fondo, y el salpicadero se eleva, en una auténtica coreografía visual.
Entre los asientos, se extiende una gran consola central que no oculta la transmisión, sino un espacio calefactable y refrigerable, con tapa de cristal para que se vea la botella de cava y las copas que se pueden almacenar dentro.
Rápido hasta en su recarga
Sobre una plataforma desarrollada con Porsche y que se denomina PPE (Premium Platform Electric) por su uso exclusivo para coches eléctricos, monta una batería situada entre los ejes y de 100 kWh de capacidad.
Los motores eléctricos de los ejes delantero y trasero ofrecen una potencia de 325 kW (440 CV) y un par motor de 720 Nm. Además, la tecnología de 800 voltios garantiza que la batería pueda cargarse en solo 10 minutos para recorrer 300 kilómetros o en menos de 25 minutos para pasar del 5 al 80% de carga. Su autonomía es de más de 600 kilómetros.
De momento, al ser un prototipo, no llegará a la carretera. Pero las interesantes tecnologías que muestra este Audi sí que se podrán ver en los vehículos de un futuro relativamente cercano.
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