SsangYong fue la primera marca de automóviles de Corea y hay que remontarse a 1954 para encontrar sus orígenes. La guerra civil que dividió el país asiático había finalizado un año antes y la sociedad coreana necesitaba imperiosamente vehículos de todo tipo para afrontar la necesaria recuperación.
Con este fin se fundó la Ha Dong-Hwan Motor Workshop que no tardó en fabricar vehículos diversos, sobre todo camiones, autobuses y también maquinaria variada. Una actividad inicial que marcó para siempre a la compañía ya que a lo largo de su larga historia se ha especializado en coches 4×4, duros, familiares muy versátiles, además de surtir de vehículos grandes de transporte al mercado asiático.
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La llegada de los años 60 abrió las puertas a la exportación para el fabricante coreano, que se centró primero en países de su entorno. Y la necesidad de expandirse hizo también que la empresa fuera creciendo mediante fusiones con otras compañías del sector, como la Dongbang Motor Company, que se había desarrollado en paralelo.
Inspiración Jeep
La internacionalización definitiva de la marca llegaría en la década siguiente, cuando, mediante un acuerdo con la Shinjin Jeep Motor Company, se abrió definitivamente al exterior. Simultáneamente empezó a modernizarse con tecnología proveniente del grupo estadounidense AMC. Este desarrollo sobre el famoso modelo 4×4 de origen militar le serviría después a SsangYong como base y experiencia para desarrollar otros modelos propios 4×4.
Un grupo empresarial llamado SsangYong, que en coreano quiere decir “doble dragón”, compró la compañía automovilística en 1986, y la empresa adoptó desde entonces ese mismo nombre (SsangYong Motor Company). Y, al año siguiente, decidió potenciarse adquiriendo la marca Panther Westwinds, un pequeño fabricante británico dedicado a replicar modelos deportivos clásicos.
Ya por entonces la marca asiática comenzó a fabricar diversos coches del tipo todoterreno para la exportación a numerosos mercados de peso como Japón o Europa. Entre ellos el Korando, que además de convertirse en el lema de la empresa ya que significa “Corea puede hacer”, se mantiene todavía en el catálogo gracias a sucesivas generaciones que lo han actualizado.
Acuerdo con Mercedes
Otro hito decisivo para la marca fue el acuerdo que firmó en 1991 con el fabricante alemán Mercedes, que además de abrir aún más su potencial internacional, aportó a la compañía un importante trasvase de la tecnología más moderna, sobre todo a nivel de los motores. Y como primer fruto de esta alianza, SsangYong lanzó el Musso, un pick-up campero que con el tiempo se convirtió en un gran éxito para la marca.
Sin embargo, desde finales de esa década, la compañía ha pasado por diversos avatares financieros que incluso la han llevado al borde de su desaparición. Después de que la también coreana Daewoo se hiciera en 1997 con una participación mayoritaria de las acciones, SsangYong ha tenido que superar sucesivas crisis bastante delicadas.
En 2004 pasó a formar parte del gigante industrial chino Saic, iniciándose una época de relativa estabilidad durante la cual desarrolló el modelo Rodius, un monovolumen de siete plazas, con precio asequible y que consiguió muy buenos resultados comerciales en los mercados occidentales.
Reestructuración financiera
Pero la marca coreana volvería a cambiar de manos en 2011 aunque esta vez bajo los auspicios del grupo indio Mahindra, tras un periodo inestable de crisis, huelgas laborales y un intento infructuoso de compra por parte de la norteamericana General Motors.
Ha sido una situación complicada que se ha prolongado hasta este mismo año en el que, tras un profundo plan de reestructuración y saneamiento económico mediante cuantiosas inversiones, SsangYong ha pasado a formar parte del conglomerado financiero coreano KG Group.
Tras conseguir por fin la estabilidad empresarial y laboral, el fabricante basa ahora su estrategia en la electrificación, sustentada por su nuevo modelo Torres, un SUV familiar a batería que llegará a finales de año. Aunque antes de iniciar esta nueva etapa de su historia, SsangYong sigue muy presente en España con una gama actualizada y compuesta por los modelos Tívoli, Korando, Tívoli Grand y Rexton.
La competición
En el ámbito deportivo, la escudería SsangYong Motorsport ha participado en numerosas carreras y competiciones, incluso en un memorable intento de disputar las 24 Horas de Le Mans de 1998 con el prototipo de competición Solo.
Pero como buen fabricante de coches de todoterreno y rudos pick-up aptos para cualquier trabajo en el campo, ha brillado más en las exigentes especialidades que se disputan sobre tierra.
Así desde 1994 han sido habituales los coches de carreras de la marca coreana destacando en el podio de diversos campeonatos nacionales de la especialidad, como en el caso español, o incluso en busca de una buena actuación en el mítico Dakar.
El mejor resultado en tan mítica carrera, lo consiguió precisamente en 2020 un equipo español compuesto por Óscar Fuertes y Diego Vallejo, que acabaron a bordo de su SsangYong DKR en la posición 24 de la clasificación absoluta.
La leyenda de los dos dragones
Como ya se ha señalado, SsangYong quiere decir “doble dragón”, nombre un tanto enigmático para una marca de coches. Pero tiene su explicación en una leyenda coreana que cuenta la historia de dos dragones que querían emprender juntos el vuelo para llegar al paraíso, pero resultaba imposible porque solo uno sería admitido por el ser supremo.
Remisos a separarse, al final y gracias a su tesón de permanecer juntos, fueron admitidos ambos y desde entonces su ejemplo representa el carácter, la constancia y la fidelidad.
Una simbología que ha sido reflejada en el propio logotipo de la marca, que la identifica mediante la representación artística de dos alas de dragón remontando el vuelo en dirección al cielo.
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