¿Pierden autonomía los coches eléctricos con temperaturas bajas? Sí. Algunos modelo pueden desaprovechar hasta un 35% de su rango de uso en condiciones gélidas, pero cada modelo tiene un comportamiento diferente. Un estudio de Recurrent ha analizado 7.000 vehículos eléctricos en invierno y en climas fríos y ha obtenido interesantes conclusiones.
La buena noticia es que esta pérdida de autonomía es temporal y no perjudica a la batería a largo plazo. A medida que se derrita el hielo y suban las temperaturas, la autonomía prevista del vehículo a plena carga debería volver a la normalidad.
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¿Por qué el frío afecta a los coches eléctricos?
La pérdida de autonomía en invierno se produce por varias razones. Para empezar, las reacciones químicas y físicas de la batería son más lentas a bajas temperaturas. Esto reduce la potencia del vehículo. Las bajas temperaturas inhiben las reacciones químicas y actúan como una resistencia que ralentiza los procesos físicos.
Los motores de combustión interna que propulsan los coches tradicionales son muy ineficientes, ya que la energía que no utilizan para avanzar se convierte en calor residual, que no es más que energía perdida. Sin embargo, cuando hace frío, los coches con motor térmico desvían el calor residual del motor para calentar el habitáculo.
La eficacia de los coches sin emisiones
Los coches eléctricos, sin embargo, tienen que producir su propio calor. Cuando hace frío, el calor disponible del motor se desvía para calentar la propia batería, lo que significa que la calefacción del habitáculo requiere energía extra. Los calefactores del interior suelen consumir la batería de alto voltaje, lo que reduce la cantidad de batería que queda para conducir.
Varias organizaciones han estudiado estos efectos, pero a menudo se han realizado en entornos de laboratorio o sólo con unos pocos vehículos. Este proyecto de investigación incluye un conjunto de datos mucho mayor. En lugar de docenas de vehículos, se han analizado miles, y se ha registrado su rendimiento en condiciones de conducción reales.
Las cifras de autonomía en invierno verificadas incluyen diversas variables del mundo real, como las irregularidades del terreno, las velocidades y usos de conducción y el envejecimiento natural de las baterías de los vehículos. Muestran la expectativa media para las condiciones de conducción en invierno en un uso real.
Los más resistentes al frío
Jaguar I-Pace
- Autonomía observada de -7 a -1 grado: 97% de la autonomía original.
- Autonomía observada a 21 grados: 100% de la autonomía original.
El Jaguar I-Pace solo pierde unos 16 kilómetros de autonomía cuando hace frío, lo que supone solo alrededor del 5% de la autonomía total perdida cuando las temperaturas rondan el punto de congelación. Esto se debe a que el I-Pace utiliza una bomba de calor para controlar la temperatura del habitáculo, en lugar de la batería de alto voltaje.
Este Jaguar también cuenta con un sofisticado sistema de gestión térmica que extrae el calor residual del motor para calentar la batería o el habitáculo cuando es necesario, lo que ayuda a preservar la autonomía. Los conductores consiguen recorrer de forma fiable más de 321 kilómetros, incluso los modelos más antiguos.
Hyundai Kona Eléctrico
- Autonomía observada de -7 a -1 grado: 93% de la autonomía original.
- Autonomía observada a 21 grados: 112% de la autonomía original.
El Hyundai Kona es el SUV compacto de la marca que se presenta en versiones eléctrica y de combustión interna. En general, el Kona Eléctrico se comporta bien en invierno: su autonomía es lo suficientemente saludable como para conservar una cifra razonable incluso con alguna pérdida.
Tiene dos tipos de batería. La de 39,2 kWh de capacidad ofrece 305 kilómetros de autonomía, con un motor de 100 kW (136 CV). La mayor, con 64 kWh, alcanza una autonomía de 484 kilómetros con el motor de 150 kW (204 CV).
Audi e-tron
- Autonomía observada de -7 a -1 grado: 93% de la autonomía original.
- Autonomía observada a 21 grados: 100% de la autonomía original.
El e-tron es el primer vehículo totalmente eléctrico de Audi. Dado que el Audi e-tron se lanzó en 2021, los efectos del clima frío son bien conocidos, y la marca ya ha tomado medidas adicionales para preservar la autonomía en condiciones invernales.
Este coche cuenta con una bomba de calor para calentar el habitáculo interior sin agotar su batería de alto voltaje, y puede recuperar hasta 3 kW de calor residual del motor. También incluye de serie asientos calefactables y, en caso de temperaturas extremas, el sistema telemático informa al conductor de la posible limitación de las prestaciones.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.