El alto precio de los vehículos, tanto nuevos como usados, unido al de los carburantes, hacen que conducir sea cada vez más caro. Por eso no está de más ahorrar algo de dinero tanto a la hora de comprar un vehículo como, sobre todo, al usarlo en el día a día. Siguiendo estos sencillos trucos se puede ahorrar hasta un 15% de combustible.
Trucos para ahorrar combustible
Entre los que se relatan a continuación, hay algunos que desmienten bulos respecto a lo que sería aconsejable para ahorrar combustible. Puede que se reduzca la factura, sí, pero a costa de sacrificar seguridad. Es el caso del primero.
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1. La presión de los neumáticos
Hay que mantener la presión adecuada de los neumáticos, que está indicada por el fabricante. Estos importantes elementos de contacto con la superficie, son los responsables de hasta un 20% del consumo de un vehículo.
Algunos ‘expertos’ aseguran que si se inflan a una presión más elevada de la recomendada, se ahorrará gasolina. Puede que sí, porque la superficie de contacto será menor (solo apoyará el centro de la rueda), pero los neumáticos se dañarán y a la hora de frenar, la seguridad se verá comprometida: no lo harán de forma eficaz. Además, el ahorro de combustible será tan pequeño que no merecerá la pena.
2. Ventanillas cerradas
Se debe circular manteniendo las ventanillas cerradas. Abrirlas supone perjudicar la aerodinámica del vehículo, que para avanzar necesitará mayor esfuerzo y, por lo tanto, más combustible. Poner el aire acondicionado puede aumentar el consumo un 20%, así que una buena opción es recurrir, siempre que se pueda, a la ventilación forzada del coche.
3. La baca
Otro consejo fácil de aplicar pasa por prescindir de la baca: más aún cuando va sin carga. Es recomendable ponerla, sólo, en los trayectos en los que se necesite este aditamento: aunque vaya sin carga, puede suponer un aumento de combustible del 2%. Y ya si va con bultos, este porcentaje se puede llegar a disparar hasta el 35%.
4. Frenar
Para frenar cuidando el consumo, es más eficiente soltar el pedal del acelerador poco a poco, pisar el pedal de freno de forma suave y reducir la marcha lo más tarde posible.
5. Las paradas
Aunque la mayoría de los coches modernos llevan el sistema Start&Stop de parada y arranque automático, si no lo lleva y la parada va a superar los 60 segundos, es mejor apagar el coche y después arrancarlo.
6. Suavidad
Conducir con formas suaves. Es decir, evitar los acelerones o frenazos bruscos, con cambios de marcha innecesarios… que alteran el consumo del coche.
7. Planificación
En un viaje, conviene planificar la ruta para visitar la gasolinera sólo las veces necesarias. Sea con navegador o sin él, es aconsejable optar por el trayecto que tenga menos tráfico, aunque se dé algo de vuelta y haya que recorrer más kilómetros… siempre que no sean demasiados, claro. Son preferibles las autopistas y autovías a las carreteras comarcales porque estas últimas tienen más curvas y más cuestas.
8. Marchas largas
Otra forma de evitar que el consumo se dispare pasa por circular en marchas largas: siempre se debe conducir con la más larga que permita la velocidad que se lleve. Hacerlo así, permitirá también circular a bajas revoluciones, lo que redundará en un gasto menor de combustible.
9. Arrancar sin acelerar
Al activar el encendido del vehículo, no hay que pisar el acelerador: eso se queda para los coches antiguos. Además, nada más arrancar, se debe iniciar la marcha de forma suave y sin revolucionar en exceso el motor hasta que no alcance la temperatura óptima de funcionamiento.
10. Maletero vacío
Con el paso del tiempo, el maletero se suele llenar con todo tipo de objetos y artículos inútiles que aumentan el peso que desplaza el vehículo. Es bueno revisarlo y hacer limpieza de vez en cuando.
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