Un toque deportivo. Es la receta elegida por Ford para que el nuevo Puma destaque frente a los Renault Captur, Peugeot 2008, Seat Arona, Mazda CX-30 y los modelos similares, que están creando una de las ofertas más amplias del mercado: hay ya más de 20 SUV compactos diferentes para elegir. Y se aprecia tanto en el diseño de la carrocería, que aporta una imagen con carácter y una línea baja y estilizada, como al volante, porque tiene un peso inferior al de sus competidores, mayor agilidad de movimientos y, en general, un tacto de conducción que transmite dinamismo.
Como la mayoría de SUV equivalentes, puede cumplir como coche único para parejas sin hijos o con un niño pequeño. El nombre Puma se recupera del cupé deportivo compacto que Ford comercializó de 1997 a 2002.
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Motores con etiqueta ECO
Por el momento está disponible con dos motores 1.0 turbo Ecoboost de gasolina, con 125 y 155 CV, ambos con cambio manual de seis marchas y tracción delantera. El primero se ofrece en versión normal y también en MHEV o microhíbrida, que dispone de etiqueta Eco, mientras que el más potente es siempre MHEV. Incluyen un motor eléctrico de apoyo (16 CV) que ayuda a iniciar la marcha, reducir el consumo y aumentar las prestaciones.
La variante de acceso, 125 CV normal, anuncia un precio de 21.925 euros, aunque por solo 350 euros más, 22.275, se dispone de la alternativa microhíbrida, que resulta por tanto muy recomendable. Ford descuenta, como promoción de lanzamiento, 2.285 euros, y, si se financia la compra con la marca, se pueden sumar unos 800 euros adicionales (depende de la versión concreta). La suma podría ahorrar unos 3.085 euros y bajar las tarifas hasta unos 18.840 y 19.190 euros, respectivamente (125 CV normal y MHEV). El de 155 CV MHEV se vende desde 23.175 euros, o 20.090 con descuentos.
La gama se completará en mayo con un motor 1.5 diésel de 120 CV, y también con un cambio automático de doble embrague y siete marchas que, al menos en principio, solo se venderá con la versión de 125 CV normal, no la MHEV. Además, a fin de año podría llegar (no está confirmada) una variante ST deportiva con el motor 1.5 turbo de 200 CV del Fiesta ST.
Espacio correcto y Megabox
Con 4,18 metros de longitud, el nuevo Ford Puma tiene un tamaño muy similar al del Seat Arona, pero es algo más pequeño que los Renault Captur (4,23 metros) y Peugeot 2008 (4,30), y bastante menor que un Mazda CX-30 (4,4). Incluye cinco plazas aptas para adultos, aunque la habitabilidad de las traseras resulta inferior a lo que ofrecen los Captur y 2008, y similar a las del CX-30. Como sucede en la mayoría de modelos, para viajar con cierto desahogo y comodidad es mejor que vayan cuatro.
El maletero tiene 465 litros en las variantes normales y 405 en las microhíbridas. Pero de esa capacidad, 80 litros son de la llamada Megabox, una caja integrada en el suelo del maletero que materializa uno de los detalles prácticos que propone el nuevo Ford Puma. Se trata de un cofre de plástico con un desagüe que puede servir para limpiar con manguera las botas sucias tras una jornada de campo, o para transportar de pie una planta y quitar luego con facilidad los restos de tierra que puedan salirse de la maceta, por ejemplo. El hueco también puede aprovecharse para carga: entra una maleta tipo troley y una mochila.
Otra propuesta interesante son las tapicerías extraíbles, que llevan cremalleras (asientos delanteros) para poder sacarlas y limpiarlas. Y así, las manchas que normalmente obligarían a llevar el coche a un especialista, se pueden quitar en casa.
El salpicadero es igual que el del Fiesta, y presenta una imagen más clásica que las de sus rivales de última generación. Y la palanca de cambios está en una posición algo baja, que obliga a bajar la mano más de lo deseable para mantener una buena ergonomía.
Tacto dinámico
El Ford Puma de 2020 es de esos coches que buscan transmitir sensaciones de conducción y están más orientados al dinamismo que al confort, aunque según el acabado elegido, las impresiones pueden cambiar significativamente. El chasis es el mismo del Fiesta, aunque adaptado a su mayor tamaño y peso, al igual que el de los Captur, 2008 y Arona procede de los Clio, 208 e Ibiza, respectivamente.
Las tres terminaciones disponibles, Titanium, ST-Line y ST-X, aportan una dirección rápida y precisa que ayuda a inscribir el coche en los giros con agilidad y, junto con la ligereza del conjunto (1.280 kilos) y unas suspensiones bien equilibradas, hacen que el nuevo SUV de Ford tenga en la manejabilidad uno de sus aspectos más brillantes. La cabina aísla menos a los ocupantes de la sonoridad y la pisada de las ruedas que en otros modelos, por lo que se siente más cómo circula el coche, un aspecto que ayuda al conductor a implicarse más con el vehículo pero que también reduce ligeramente (en comparación con otros SUV) la comodidad de rodadura.
Los equipamientos ST, que solo se diferencian entre ellos por detalles estéticos, suman una suspensión más firme y ruedas más grandes que acercan al Ford Puma a las sensaciones de marcha que aportan los GTi.
Se han probado las variantes Titanium de 125 CV MHEV, que parece la más apropiada para viajar, por su mejor relación entre estabilidad y confort, y la ST-Line 155 CV MH EV, que ofrece una pisada más sólida y una eficacia en curva superior, aunque a costa de perder algo de comodidad.
Las dos empujan muy bien desde casi el ralentí (el motor eléctrico ayuda a mover el coche hasta que entra el turbo a unas 1.500 revoluciones), y recuperan también con soltura en las marchas largas (de nuevo, por la acción del motor eléctrico), aunque el de 155 CV corre claramente más, y acelera y adelanta mejor: pasa de 0 a 100 km/h en 9,0 segundos, frente a los 9,8 del menos potente, y alcanza 205 km/h, por 191 del de 125 CV.
Ambas gastaron entre 7,5 y 8,5 litros en los test, lejos de los registros oficiales WLTP: 5,5 litros el de 125 CV MHEV y 5,6 el de 155 CV MHEV. Aunque las unidades conducidas tenían los equipos de ruedas opcionales más grandes, que elevan el consumo: neumáticos de 215 en llantas de 18 pulgadas para el Titanium, y de 225 en llanta de 19 en el ST-Line.
Bien equipado de serie
El nuevo Ford Puma viene completo con cualquiera de los acabados disponibles: aire acondicionado, llantas de aleación, pantalla táctil, navegador, puertos USB, los sistemas de seguridad obligatorios (ESP, seis airbags, control de presión de ruedas…) y hasta los detalles prácticos citados, como la caja Megabox y las tapicerías extraíbles. Y reúne también frenada automática de emergencia con detección de peatones y ciclistas, y alarma de salida del carril.
Por 400 euros se ofrece el paquete Confort, que incluye climatizador y sensor de lluvia; por 1.300, el paquete Tech, con varios sistemas de seguridad y ayuda a la conducción, como retrovisores electrónicos anti ángulo muerto, control de velocidad inteligente ACC, sistema de precolisión, cámara trasera y aparcamiento asistido, y por 1.400 euros, el paquete Seguridad, con faros led direccionales, detector de fatiga del conductor, reconocimiento de señales de tráfico, luces largas automáticas y la nueva instrumentación digital de la marca para sus modelos compactos. Y por 1.000 euros se puede integrar techo solar.
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