Faltaba un último paso que se dio ayer. Los diputados europeos han avalado el pacto alcanzado en octubre de 2022 con la Comisión y el Consejo sobre las emisiones de CO₂. La votación de ayer en Estrasburgo fue un mero trámite para la aprobación de las normas de comportamiento en materia de emisiones en los turismos nuevos. Europa prohibirá en 2035 la venta de coches nuevos de combustión, con algunos matices.
El respaldo al acuerdo previo no fue todo lo triunfante que muchos eurodiputados esperaban. La votación estuvo más reñida de lo esperado, aunque desde octubre pasado se sabía que saldría adelante. Así, los votos a favor obtuvieron el respaldo de 340 eurodiputados por 279 en contra y 21 abstenciones.
A simple vista, con esta legislación se quiere alcanzar el objetivo de que en 2035 todos los turismos nuevos y los vehículos comerciales ligeros sean neutros en emisiones de CO₂, ya sean eléctricos, de hidrógeno o que usen combustibles de nueva generación. Entonces, ¿la Unión Europea ha certificado la muerte del motor de combustión a partir de 2035?
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Coches de gasolina y gasoil: ¿prohibidos?
La prohibición de comercializar en el territorio de la Unión Europea vehículos que emitan CO₂ no significa que los motores gasolina y diésel tengan que desaparecer. La Eurocámara especifica que se prohíben las emisiones directas, lo que solo permitiría salvar a los vehículos eléctricos o de pila de combustible de hidrógeno.
De hecho, el Europarlamento fuerza a la comisión a “presentar una propuesta relativa a la matriculación, después de 2035, de vehículos que funcionen exclusivamente con combustibles neutros en CO₂”.
En otras palabras, se abre la puerta a la matriculación de vehículos con motores de combustión interna a partir de ese año, siempre y cuando estén propulsados únicamente por combustibles neutros en CO₂.
Transición económicamente viable
Otro punto a destacar en el texto aprobado ayer en Estrasburgo es el de los avances en la tecnología de los propulsores híbridos enchufables y la importancia de una transición económicamente viable y socialmente justa para una movilidad sin emisiones.
En principio, los modelos híbridos enchufables nuevos tendrían también los mismos problemas para su comercialización a partir de 2035 al contar con un motor de combustión. Sin embargo, al igual que en el caso anterior, podrán venderse siempre y cuando estén propulsados únicamente por combustibles neutros en CO₂.
Para concluir, el Parlamento Europeo cita expresamente que la transición hacia el objetivo de movilidad sin emisiones ha de ser necesariamente “económicamente viable y socialmente justa”.
Esto para muchos de los actores del sector de la automoción, evidencia que en Bruselas son conscientes de que el modo en el que se está pretendiendo llevar a cabo esta transición supone de hecho una amenaza para la economía y la justicia social de los europeos.
Más allá de 2035
Otra de las dudas resueltas, que había quedado en el aire, era la de la utilización de los modelos de gasolina y diésel a partir de 2035. Lo que la Comisión ha aprobado es la venta de estos vehículos de combustión interna a partir de 2035 con los estándares de emisiones actuales. Lo que no se prohíbe es el uso de estos automóviles.
Si un consumidor adquiere uno de estos modelos en diciembre de 2034, no tendrá problema en seguir conduciéndolo más allá de 2035 y hasta el final de la vida útil del vehículo.
Lo que no se puede descartar es que la prohibición de conducir estos coches venga impuesta posteriormente por legislaciones nacionales, autonómicas o locales. Si las zonas de bajas emisiones (ZBE) se siguen ampliando a más municipios de los ya instaurados y en estos se prohíbe circular por toda su superficie, serán los ayuntamientos los que acaben con la circulación de los vehículos gasolina y diésel.
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