Guía para entender las zonas de bajas emisiones y sus multas

Todos los municipios de más de 50.000 habitantes estaban obligados a crearlas antes de 2023: solo una minoría ha cumplido.

Zona de bajas emisiones

Señal que indica la proximidad de una zona de bajas emisiones en Barcelona.

Diez ciudades españolas tienen en marcha zonas de bajas emisiones (ZBE) con restricciones al tráfico. Otras 139 incumplen la ley de cambio climático, que obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a establecer estas áreas “antes de 2023”. 

Estas poblaciones llegan tarde al objetivo que marca el decreto que desarrolla la norma: “mejorar la calidad del aire” e impulsar “modos de transporte más sostenibles”. 

Al mismo tiempo, un 37,5% de los españoles desconoce qué distintivo tiene su vehículo, cifra que asciende hasta el 43% en los municipios de entre 50.000 y 100.000 habitantes, según una encuesta de la compañía de renting Alphabet.

Además, un 46,7% de los consultados no sabe qué es una zona de bajas emisiones. ¿Cuál es la multa por entrar indebidamente en una de ellas? ¿Qué coches se libran de las restricciones? ¿Cómo se consigue la etiqueta medioambiental? Estas son algunas dudas que procura responder esta guía.

Qué son las zonas de bajas emisiones

Las zonas de bajas emisiones son áreas urbanas de tráfico restringido a las que no pueden acceder los vehículos más contaminantes. La clasificación se establece según el etiquetado medioambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Aquellos catalogados A (sin etiqueta) son los que sufren las restricciones más estrictas, y en esta situación están unos 10 millones de vehículos, con datos de la patronal de fabricantes Anfac y la DGT. 

El decreto del Ministerio de Transición Ecológica señala que “se priorizará el acceso de los vehículos cero emisiones”: en algunas ZBE, en efecto, hay restricciones también para los que muestran las etiquetas B y C. Los ECO, por lo general, pueden circular sin cortapisas. 

Los ayuntamientos tienen libertad para elegir el modelo de ZBE: grande y menos restrictiva o pequeña y más exigente. La ley solo dice que debe abarcar un espacio suficiente como para que resulte eficaz y reduzca las emisiones. 

Qué ciudades tienen ZBE activas

La ley de cambio climático, aprobada en 2021, ordena el desarrollo de ZBE a las ciudades de más de 50.000 habitantes. Según la ley, también deben contar con ellas los municipios con un censo superior a 20.000 personas, pero solo cuando se superen los valores límite de contaminantes. 

En España, 149 municipios cumplen el primer criterio. Según el último informe de EL PAÍS, solo 10 cuentan en la actualidad con ZBE activas: Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza, L’Hospitalet de Llobregat, Pamplona, Sant Cugat del Vallès, Rivas-Vaciamadrid, Cornellà de Llobregat y Pontevedra.

Cómo están señalizadas las ZBE 

El decreto que regula las zonas de bajas emisiones establece que las áreas “se señalizarán de forma clara y reconocible en los puntos de acceso a la misma, utilizando para ello la señal […] aprobada por la DGT”.

La placa indica la prohibición genérica de circulación para vehículos contaminantes; debajo, deberá llevar otra que especifique las excepciones de la ZBE.

Además, por lo general, los ayuntamientos utilizan marcas viales de colores que delimitan las áreas restringidas.

Señal diseñada por la DGT para las zonas de bajas emisiones.

Multa por no cumplirlas

Hasta 2022, los municipios podían regular las sanciones en sus ordenanzas de movilidad. Desde el 21 de marzo pasado, el castigo queda unificado por la ley de tráfico, que considera infracción grave incumplir las restricciones de las zonas de bajas emisiones. La multa es de 200 euros, con la posibilidad de reducirla a 100 euros si se abona durante el periodo voluntario.

Dónde consultar etiqueta medioambiental

La sede electrónica de la DGT ofrece la herramienta ‘Consulta del distintivo ambiental de tu vehículo’, dentro de la sección ‘Vehículos’. Para saber qué etiqueta medioambiental corresponde a un vehículo, basta con introducir su matrícula.

Los vehículos se clasifican en cinco categorías, una primera sin etiqueta, para los más antiguos, y cuatro que engloban a los modelos de más a menos contaminantes:

Cómo conseguir la pegatina de la DGT

En 2016, cuando la DGT puso en marcha el sistema de etiquetado, hizo un envío masivo de pegatinas a cientos de miles de conductores como parte de la campaña de información. Sin embargo, la mayoría de los propietarios de vehículos se quedaron sin ella, y desde entonces la pegatina de la DGT no se puede conseguir gratis: cuesta cinco euros. 

Para obtenerla, lo más rápido es acudir a una oficina de Correos y presentar la documentación del vehículo y el DNI del titular (o de alguien autorizado). La misma entidad la vende por internet en Correos Market, al mismo precio y en un plazo de entre tres y cuatro días. Tráfico, además, colabora con otras entidades para esta tarea:

Dónde se pone la etiqueta medioambiental 

Tráfico no obliga a colocarla, pero sí recomienda hacerlo, ya que los ayuntamientos están facultados para exigir su presencia. 

Cuando se da ese caso, el reglamento de vehículos detalla que debe pegarse en el ángulo inferior derecho del parabrisas delantero; si no existe –como en las motocicletas–, ha de pegarse en cualquier lugar visible del vehículo.

Multa por no llevarla o ponerla mal

Las posibles sanciones por no llevar la pegatina de la DGT dependen de los ayuntamientos. La ordenanza de movilidad de Madrid, por ejemplo, indica que cualquier vehículo que circule o estacione “en el término municipal” y disponga de distintivo “deberá exhibirlo durante su circulación y estacionamiento”. 

El Ayuntamiento de Manuela Carmena estableció una sanción simbólica de 15 euros que el consistorio actual no aplica.

El de Gijón sí lo hace, a pesar de que todavía no cuenta con una ZBE activa. Desde el 1 de junio de 2022, todo vehículo que circule o estacione en el término municipal (cuando pueda disponer o tenga derecho a distintivo ambiental), debe exhibirlo en el parabrisas. La multa por no cumplir esta norma es de 90 euros.

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Sergio Amadoz

Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).

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