¿Qué le ocurre a un coche si está parado mucho tiempo?

La falta de uso prolongada puede afectar a diversos e importantes elementos del vehículo, que se deben revisar antes de volver a la carretera.

Coche parado

Si se deja un coche parado mucho tiempo, antes de ponerlo en marcha hay que revisar varios elementos.

El exceso de uso y kilómetros castiga los vehículos, pero si un coche se queda parado un tiempo puede que el castigo sea más severo para muchos elementos y sistemas. Conviene revisarlos antes de ponerlo de nuevo en marcha.

Tampoco hace falta mucho tiempo de inactividad para que ciertos elementos lo acusen. Para empezar, a partir de solo un mes, sobre todo en invierno, puede que el coche se quede sin batería.

Es el primer elemento que sufrirá. Y ni siquiera con arrancar el coche de vez en cuando puede que se recupere. Si tiene ya unos años, lo más probable es que toque cambiarla.

Más tiempo, más problemas

A partir de ese momento, habrá otras piezas del vehículo que pueden tener problemas, como los neumáticos. Pasados tres meses sin movimiento, es posible que sufran una deformación de la que quizá no lleguen a recuperarse. Y no solo eso. Lo más probable es que, al no ser totalmente estancos, pierdan algo de aire y de presión.

Esta deformación del neumático se notará en marcha en forma de vibraciones. Si no desaparecen al cabo de unos pocos kilómetros, lo más seguro es que toque sustituirlos. En cuanto a la presión, la solución es sencilla: acercarse a una gasolinera y comprobarla.

Si se prevé con antelación la falta de uso, se puede dejar el coche apoyado encima de unos soportes para que las ruedas no descansen sobre el suelo, aunque es una solución bastante complicada y no al alcance de muchos. Otra buena idea es hinchar las ruedas entre uno y dos bares más de la presión indicada por el fabricante. Así, el neumático no se deformará tanto con el tiempo.

Si se prevé una larga parada, los neumáticos se pueden inflar más de lo indicado por el fabricante.

En estos casos, también será conveniente elegir un buen lugar donde estacionar el coche de una forma prolongada. Lo ideal es en un garaje, en ambiente seco y al abrigo del sol y las inclemencias, que pueden deteriorar la pintura y los plásticos interiores.

Y también habrá que tener cuidado de airear de vez en cuando el habitáculo, para que no se forme dentro humedad por condensación.

Motor: varios elementos a revisar

Muchos usuarios pueden pensar que, al no utilizarse, el motor no se estropea. Pero la realidad es que los motores necesitan funcionar de vez en cuando para mantenerse en buen estado. Si la parada se prolonga más allá de los tres meses, algunas partes metálicas pueden crear óxido y no es raro que el aceite se estropee.

Respecto al aceite, si la parada se prolonga durante muchos meses o incluso años, este puede escurrirse hacia el cárter y dejar las paredes de los cilindros sin lubricante. Para arrancar el coche sin producir daños, habría que echar algo de aceite directamente en los cilindros, pero esta situación es muy poco común.

Cubierta de un motor Audi.

Lo siguiente que hay que revisar son las gomas, juntas, retenes y manguitos. Y es que este material, si no está en contacto con el aceite que los hidrata o con el agua, por ejemplo en un circuito de refrigeración, se pueden resecar y comenzar a agrietarse.

Con esto comienzan las fugas. Las que se ven y las que no, mucho más peligrosas estas últimas. Si al acelerar y soltar el pedal, sale humo azulado por el tubo de escape, puede que haya una fuga interna que lleve el aceite a los cilindros, y que se esté quemando junto al combustible.

También la bomba de agua puede oxidarse y, por lo tanto, griparse, así como que el termostato se quede encajado o el radiador tenga obstrucciones.

Dentro del vano motor también suelen ubicarse algunos elementos como el limpiaparabrisas y la bomba que expulsa el agua hacia el cristal. El motor que activa esta bomba se puede oxidar, y alguna parte del sistema, obturarse por suciedad. Y no está de más revisar los fusibles correspondientes a los componentes eléctricos que no funcionen tras el periodo de inactividad.

Frenos, de vital importancia

Los frenos son el principal sistema de seguridad del vehículo y el más importante. Por eso es conveniente revisarlo. Lo primero es comprobar el líquido de frenos, y no solo cuando haya estado parado el coche, sino también cada cierto tiempo aunque esté en uso. Y, de dos a cuatro años de media, cambiarlo. Se use el coche o no.

Este líquido de frenos pierde sus propiedades con el tiempo. Lo hace cuando el coche lleva parado más de seis meses por regla general, aunque también depende de dónde haya estado parado.

Si el ambiente es húmedo, por ejemplo cerca del mar, los problemas pueden aparecer más rápido en todos los sistemas. Pero es que el líquido de frenos tiene propiedades hidrófilas, es decir, absorbe agua del ambiente. Y esto hace que no solo pierda su eficacia (comienza a hervir antes y provoca burbujas que pueden alargar la frenada), sino que también provoque el óxido de algunas piezas, como los elementos hidráulicos del ABS.

Depósito del líquido de frenos de un coche.

Otros componentes como la dirección, la caja de cambios o los diferenciales pueden sufrir óxidos en algunas de sus partes, como piñones o sistemas de reenvío. Pero esto es muy poco probable, a no ser que el coche esté varios años parado.

En cualquier caso, y como recomendación general, una vez revisados la batería, el aceite y los líquidos refrigerantes y de frenos, hay que arrancar el coche y dejarlo al ralentí entre cinco y 10 minutos para que coja temperatura y el aceite lubrique los distintos elementos móviles, sobre todo del motor.

A continuación, se debe iniciar la marcha con calma y despacio, sin acelerones ni subidas de revoluciones. Esto también servirá para detectar posibles vibraciones o problemas con los elementos ya citados.

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Alfredo Rueda

Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.

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