Más pronto de lo habitual ha llegado la actualización del BYD Tang. El SUV de siete plazas aterriza, de nuevo, con el foco puesto en las familias: ofrece confort de conducción y calidad a bordo, pero ¿a qué precio?
El BYD Tang es un SUV familiar que mide 4,97 metros de largo, 1,95 de ancho y 1,74 de alto. Su distancia entre ejes es de 2,82 metros y el peso bruto supera las tres toneladas: 3.205 kilos.
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El exterior del nuevo BYD Tang recibe un profundo rediseño y vuelve a apostar por el lenguaje de diseño Dragon Face, que combina elementos orientales con toques occidentales. Esto se traduce en líneas que expresan tensión y dan forma a un aspecto limpio.
El frontal estrena faros angulares full-LED y un distintivo embellecedor con el nombre de BYD. En el perfil destacan las barras integradas en el techo, las lunas tintadas, el marco de aluminio cepillado que alarga visualmente el coche y una sutil caída del techo, que da paso a la zaga.
La línea de cintura del BYD Tang, que discurre desde el extremo posterior de los faros hacia la parte trasera, culmina en el estrecho portón trasero, que alberga una iluminación tridimensional que ocupa toda la anchura del vehículo.
Siete plazas
La característica más llamativa del interior del BYD Tang es su capacidad: en él caben hasta siete ocupantes en tres filas de asientos. Teniendo en cuenta su enfoque familiar, la marca asiática ha prestado especial atención a la facilidad de uso diario: además de la notable apertura de las puertas, los asientos de la tercera fila pueden abatirse individualmente y se quedan enrasados con el suelo.
Esto facilita la ampliación de la capacidad del maletero, ya que con la configuración de siete asientos ve reducida su capacidad hasta los 235 litros. Con la de cinco se va hasta 940 litros y con todos abatidos es de 1.655 litros.
El equipamiento de serie incluye iluminación ambiental, que permite elegir entre 31 configuraciones de color diferentes, techo solar, filtro de aire… En el puesto de conducción, hay un volante multifunción achatado con una inexplicable inserción de negro piano y un cómodo asiento, que sujeta perfectamente y cuenta con ajuste eléctrico multidireccional y funciones de masaje, calefacción y ventilación de serie.
Pese a su nivel de tecnología, el BYD Tang no renuncia a los botones físicos: en la consola central se encuentra una palanca con el selector de marchas iluminado, así como varios controles para los principales ajustes del coche.
Tratándose de un SUV familiar de siete plazas conviene analizar la zona trasera con detalle. El espacio disponible en la segunda fila es amplio para las piernas y la cabeza, aunque la persona que ocupe el asiento del medio debe prepararse para viajar con algunas estrecheces. Dispone de sus propios ajustes para la climatización y se puede desplazar dependiendo de las necesidades de espacio.
Los dos últimos asientos son individuales y, en la práctica, su uso es, prácticamente, exclusivo para niños: el acceso ha mejorado, pero los adultos siguen estando obligados a encogerse demasiado para acceder a esta zona y es probable que las rodillas se queden muy cerca de la segunda fila.
Pantalla con rotación
Como es habitual en los modelos de BYD, la pieza central de su dotación tecnológica es el sistema Intelligent Cockpit. El cuadro de instrumentos digital está integrado por una pantalla integrada de 12,3 pulgadas, mientras las funciones de infoentretenimiento y algunos controles del coche (como la climatización) están incorporados en la pantalla táctil central de 15,6 pulgadas que tiene rotación eléctrica.
Tiene conexión 4G, Spotify integrado y navegación HERE. Además, es posible conectar el teléfono a través de Android Auto o Apple CarPlay y cuenta con un asistente de voz que entra en acción cuando se pronuncia el comando Hi BYD.
El equipamiento tecnológico se complementa con varios puertos USB-C, una superficie de carga inalámbrica con hasta 50 W que permite cargar simultáneamente dos móviles y tecnología V2L (Vehicle-to-Load), que permite usar el coche como fuente de alimentación portátil para dispositivos eléctricos a una potencia de hasta 4 kW.
Más de 500 CV
El esquema mecánico del BYD Tang está compuesto por un par de motores eléctricos: uno delantero de 180 kW y otro trasero que entrega 200 kW. La potencia conjunta es de 517 CV (380 kW) y tiene un par máximo de 700 Nm: como resultado, acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos.
La energía necesaria para funcionar la extrae de la conocida Blade Battery de BYD, que, en este caso, tiene una capacidad bruta de 108,8 kWh. Esto se traduce en una autonomía de hasta 530 kilómetros en ciclo combinado: cuenta con un cargador trifásico de 11 kW, que es de serie, y una capacidad de carga máxima de 170 kW en un cargador de corriente continua.
A nivel de seguridad, el BYD Tang llega al nivel dos de conducción autónoma: para ello, emplea 22 sensores diferentes, incluidos 12 radares de ultrasonido, cinco de ondas milimétricas, cuatro cámaras de visión envolvente y una de alta definición en la zona del parabrisas. La lista de ADAS es, por lo tanto, extensa:
- Aviso de cambio involuntario de carril.
- Asistente de cambio de carril.
- Asistente predictivo de colisión.
- Reconocimiento de señales de tráfico.
- Asistente de crucero integrado.
- Frenado automático de emergencia.
- Control de crucero adaptativo con función Stop and Go sin límite de velocidad.
- Asistencia al frenado de emergencia.
- Aviso de apertura de puertas.
- Aviso de colisión trasera.
- Aviso de tráfico transversal trasero.
Prueba del BYD Tang
La prueba del BYD Tang tuvo lugar en Alemania y, más concretamente, en los alrededores de Múnich. Fue una toma de contacto breve, aunque sirvió para hacerse una idea sobre el comportamiento de este SUV de siete plazas sobre el asfalto.
Sobre el papel, el BYD Tang va sobrado de potencia: 517 CV. En la práctica las cosas cambian y esa cifra parece menor porque se trata de un coche que pesa más de tres toneladas. Lo mismo sucede con la autonomía: los 530 kilómetros se quedarán, más o menos, en unos 400.
El puesto de conducción es acogedor y ha sido diseñado para que los kilómetros no le pesen al conductor: hay que recordar que es un coche con un claro enfoque familiar, por mucho que su potencia invite a pensar en algo más prestacional. Al pisar el acelerador, el BYD Tang entrega su potencia de forma suave y progresiva.
Al aplicar más fuerza en el pedal derecho, es fácil comprobar que está bien insonorizado: sólo se cuela, ligeramente, el de los retrovisores porque son grandes. Sí, hay un ruido molesto y es el de advertencia cuando se circula a baja velocidad.
La dirección es un tanto holgada y esto da pie a cierta desconexión entre el conductor y el BYD Tang. Los amortiguadores adaptativos son sinónimo de tranquilidad cuando la carretera es un tanto exigente: es cierto que en curva se perciben ciertas inercias, pero no suponen una gran complicación porque monta unos eficaces frenos firmados por Brembo. Y sí, las suspensiones son cómodas, aunque las traseras rebotan de más con los obstáculos más pronunciados.
¿Cuánto cuesta el BYD Tang?
Está previsto que el nuevo BYD Tang llegue al mercado durante el último trimestre de 2024, aunque la marca intentará adelantarlo al tercero. De momento, no hay precios oficiales para este SUV de siete plazas: el modelo anterior arranca en 69.990 euros, así que el nuevo debería estar próximo a esta cifra.
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