Es complicado saber a ciencia cierta cuánto gana una marca por cada coche que vende. Y es que no solo hay que imputar los materiales que lo componen, las horas de trabajo que se emplean en fabricarlo o el coste en energía que requiere.
A los vehículos también se les computan las amortizaciones de los equipos, los sueldos del personal de departamentos no implicados directamente en su construcción y casi la partida más abultada: las campañas de publicidad o comunicación empleadas en dar a conocer el modelo.
Las marcas de lujo, las más rentables
Y aunque se le añadan todos esos gastos, hay una premisa universal: cuanto más caro es el coche, más margen deja a la compañía. O dicho de otra forma: más beneficio tiene el fabricante por cada unidad vendida.
Hace solo unos días, Lamborghini ha presentado su cuenta de resultados del tercer trimestre de 2022, es decir, hasta septiembre de este año. La firma ha batido su cifra de beneficios operativos (antes de aplicar financiaciones, impuestos y amortizaciones), con 570 millones de euros, lo que representa un 68,5% más que en el mismo periodo del año pasado.
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Si se divide esta cifra entre los 7.430 coches vendidos hasta esa fecha en todo el mundo –con un precio medio de unos 300.000 euros–, el beneficio por unidad es de 77.000 euros. Para hacerse una idea, este dinero es lo que cuestan aproximadamente un Audi Q7 o un BMW X5.
Precios de los modelos
El Lamborghini Huracán STO ronda los 350.000 euros de coste al cliente y el Lamborghini Huracán Tecnica, los 315.000 euros. Mientras, los SUV Lamborghini Urus S y Lamborghini Urus Performante rondan los 280.000 y 300.000 euros, respectivamente.
Y todos sin impuestos (que se aplican en el país al que vayan destinados) ni transporte. Por no hablar del Lamborghini Countach, del que ya se han vendido las 112 unidades de su edición limitada sin haberse construido todavía. Su precio: dos millones de euros por unidad, igualmente sin impuestos ni transporte. En este caso, el beneficio se puede disparar.
Es decir, si cada coche no tuviera que asumir los costes fijos de la empresa en otros departamentos, por supuesto necesarios, construir el coche valdría bastante menos de la mitad de su precio al público. Pero como hay que descontar la financiación del equipamiento, además del pago de impuestos correspondientes y otras partidas comentadas, el beneficio neto es mucho menor.
Además, la marca de Sant’Agata Bolognese está reinvirtiendo mucho dinero en I+D+i centralizado en las próximas y electrificadas generaciones de sus deportivos.
Las entregas a los clientes se reparten entre las tres macrorregiones en las que Lamborghini se encuentra representada: América, Asia Pacífico y EMEA (Europa, Oriente Medio y África), que representan el 34%, el 25% y el 41% de los volúmenes globales, respectivamente.
Más específicamente, Estados Unidos es el principal mercado (con alrededor de 3.000 unidades), seguido por China, Hong Kong y Macao (unas 1.000), Alemania, el Reino Unido y Oriente Medio.
En cuanto a modelos, el Lamborghini Urus, tanto en su versión S como Performante, es el responsable del 61% de las ventas, mientras que los superdeportivos Huracán (STO y Tecnica) y el Aventador (este último ya en final de su producción), representan el 39%.
Entre los nuevos productos, el Huracán Tecnica, que fue presentado en abril, ha recibido una cálida bienvenida. Cuenta con tracción trasera, un nuevo diseño y un motor V10 de última generación.
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