El mundo del automovilismo está lleno de vehículos con nombres inspirados en la naturaleza, y los pájaros han sido una fuente de inspiración particularmente popular para los fabricantes de automóviles.
Estos nombres evocan imágenes de velocidad, agilidad y libertad, características que muchos de estos coches buscan encarnar. A continuación, aquí están algunos de los coches más emblemáticos que llevan nombres de aves.
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Ford Thunderbird
Uno de los coches más icónicos es el Ford Thunderbird (pájaro de trueno). Algunas especies extintas de aves australianas no voladoras se conocen informalmente como pájaros de trueno.
Introducido en 1955, el Thunderbird fue concebido como un coche deportivo de lujo, destinado a competir con el Chevrolet Corvette.
Empezó siendo un descapotable de dos plazas, pero se hizo mucho más popular cuando Ford empezó a instalar cuatro asientos a partir de la segunda generación en 1958.
Con su diseño elegante y potente motor V8, el Thunderbird rápidamente se convirtió en un símbolo de la cultura automovilística estadounidense.
A lo largo de sus varias generaciones, este coche ha pasado por numerosas transformaciones, desde un roadster deportivo hasta un elegante coupé y sedán.
Suzuki Swift
Entre los significados de la palabra Swift, está el de Vencejo. Hay más de 100 especies diferentes de vencejos, pero todas se alimentan de insectos que atrapan en su extremadamente rápido vuelo.
El Swift actual vio la luz en 2017, pero Suzuki lleva cuatro décadas utilizando este nombre.
Originalmente se utilizó en las versiones de exportación del Cultus, un pequeño utilitario que apareció en 1983.
Pontiac Firebird
El Pontiac Firebird (pájaro de fuego), lanzado en 1967, es otro coche de los más emblemáticos.
Diseñado para competir con el Ford Mustang, el Firebird ofrecía un estilo agresivo y una variedad de motores de lo más potente.
Este modelo se hizo famoso no solo por su rendimiento, sino también por su aparición en la cultura pop y, sobre todo, en la serie de televisión ‘El Coche Fantástico’ con el nombre de ‘KITT’.
Con su distintivo emblema en el capó, el Firebird es ya todo un icono de la era de los ‘muscle car’ estadounidenses.
Nissan Bluebird
El Datsun Bluebird (pájaro azul o azulejo), conocido en años posteriores como el Nissan Bluebird, salió al mercado en 1957.
Los azulejos pertenecen a la familia de los zorzales. Existen tres especies, denominadas azulejo de las montañas, azulejo de garganta azul y azulejos gorjicanelos. Todas se encuentran únicamente en Norteamérica o Centroamérica.
La versión vendida entre 1986 y 1990 fue el primer modelo producido en la planta de Nissan, cerca de Sunderland (Reino Unido).
Este coche compacto y fiable ayudó a establecer la reputación de Nissan como fabricante de vehículos duraderos y accesibles.
Plymouth Road Runner
El Plymouth Road Runner, lanzado en 1968, es un clásico ‘muscle car’ con un nombre inspirado en el veloz y astuto correcaminos, famoso por los dibujos animados de Looney Tunes.
Plymouth incluso pagó a Warner Bros. para usar el nombre y la imagen del correcaminos en el coche.
Diseñado para ofrecer rendimiento a un precio asequible, el Road Runner estaba equipado con potentes motores V8. Su diseño sencillo y robusto, junto con su distintivo claxon que imitaba el ‘beep-beep’ de los dibujos, lo convirtieron en un favorito entre los entusiastas de los ‘muscle cars’.
Aston Martin Cygnet
Aunque menos conocido que otros modelos de Aston Martin, el Cygnet fue una incursión única en el mercado de los coches urbanos compactos.
El nombre Cygnet, que significa ‘cisne joven’ o ‘cría de cisne’, se basó y construyó sobre la plataforma del Toyota iQ, pero modificado por Aston Martin para ofrecer un nivel superior de lujo y exclusividad, aunque manteniendo su tamaño compacto y eficiencia en el consumo de combustible. Eso sí, valía casi el triple que el japonés.
Con un motor de 97 CV, el Aston Martin Cygnet se vendió durante los años 2011 y 2012, pero sus ventas no llegaron a las previsiones. La compañía dijo que era por falta de suministros.
Ford Falcon
El Ford Falcon (halcón) se introdujo en el mercado en 1960, y se convirtió en uno de los primeros coches compactos producidos por Ford en Estados Unidos.
Ofrecía una opción asequible y eficiente para las familias estadounidenses. Su éxito en Estados Unidos llevó a su producción y popularidad en otros mercados, como Australia, donde se convirtió en un ícono con numerosas variantes, incluyendo modelos de alto rendimiento y coches de carreras con una producción que duró hasta 2016.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.