Kia Sorento, un SUV grande con precio de mediano

Si se busca un SUV de tamaño grande, el mercado tiende a empujar hacia los modelos de marcas exclusivas y el desembolso rondará los 60.000 euros o incluso los 70.000. Y es que apenas hay marcas populares que ofrezcan hoy en día familiares camperos de talla XL.

Kia es una de ellas, y su nuevo Sorento es un modelo que convence por su imagen, amplitud, calidad de terminación y comportamiento, que reúne confort y tampoco descuida la manejabilidad. Mide 4,81 metros de longitud, ofrece espacio para todo y viene además de serie con siete plazas. Y puede dar un gran servicio como coche único familiar.

El Kia Sorento presenta casi el mismo tamaño y habitabilidad de los SUV grandes exclusivos. Su imagen y acabados lucen a buen nivel y, aunque están por debajo de lo que ofrecen los modelos de prestigio, resultan más que satisfactorios. Y, tanto la mecánica como la conducción y el equipamiento, completan un conjunto que aporta presencia y sentido práctico, y una calidad general notable en relación al precio.

Precios y rivales

El SUV de Kia está disponible desde 45.000 euros, unos 18.000 menos que un Volkswagen Touareg (4,87 metros) y hasta 24.000 frente a un BMW X5 (4,92 metros), por ejemplo. La versión más asequible lleva motor 2.2 diésel de 202 CV, y cuesta 44.825 euros. La híbrida probada, que llega a 230 CV y recibe la etiqueta ECO, 45.115 euros. Los dos llevan cambio automático y tracción delantera, y pueden montar 4×4.

Pero, al aplicar las promociones disponibles (que pueden variar de un mes a otro), bajan a 38.500 y 40.400 euros, respectivamente. Los únicos modelos directamente comparables serían el Hyundai Santa Fe, que es algo más pequeño (4,78 metros) pero lleva la misma base mecánica y motores del Kia Sorento (desde 40.600 euros, sin descuentos) y el Toyota Highlander, que es más grande (4,96 metros) y lleva asimismo mecánica híbrida (247 CV; aunque sale más caro, desde 52.000 euros).

Imagen moderna

Los SUV grandes tienden a ser más cúbicos que estilizados, y el Kia Sorento no es la excepción. Pero el conjunto tiene presencia, el frontal aporta fuerza y, la vista lateral, cierto dinamismo. Y solo la zaga resulta algo pesada.

El salpicadero, por su parte, muestra una presentación muy vistosa y recoge buenos materiales y acabados, aparte de detalles sofisticados como las dobles salidas de ventilación centrales, el mando circular del cambio automático y la iluminación ambiental ajustable.

Espacio para todo

Los 4,81 metros de largo y el formato voluminoso de la carrocería permiten contar con un interior muy amplio y siete plazas (2+3+2). Las dos primeras filas acogen con desahogo a cualquier estatura, mientras que la última está más indicada para niños, adultos bajos y trayectos cortos. En el acabado medio y superior, la segunda fila se puede desplazar en longitud para repartir el espacio.

El maletero ofrece 179 litros al utilizar las siete plazas, y crece hasta 608 litros al plegar las dos últimas butacas. El portón y la boca de entrada son muy grandes, y si se pliega también la segunda fila (total o parcialmente) se crea sitio de sobra para transportar con soltura los bultos más grandes, como una bicicleta de montaña.

Confort y buen consumo

El Kia Sorento es un coche grande y pesado (1,8 toneladas), pero se maneja con facilidad y su conducción no plantea ningún inconveniente. Transmite, ante todo, comodidad de marcha, porque los mandos son suaves, la suspensión está bien puesta a punto y la cabina tiene una insonorización eficaz.

Pero tampoco resulta torpe en una carretera revirada ni callejeando entre las calles estrechas del casco urbano, aunque sus dimensiones requieren algo de tino al aparcar.

En las pruebas, con la versión híbrida, ha gastado 7,5 litros en un uso normal, por calles despejadas y autovías de circunvalación. En tráfico urbano o al exigirle, sube a 9 o 10 litros, en función de la densidad de circulación o la demanda de potencia. El consumo medio oficial es de 6,6 litros cada 100 kilómetros.

Prestaciones correctas

La mecánica híbrida del Kia Sorento, con motores 1.6 turbo de 180 CV y eléctrico de 60 CV, suma 230 CV en total y se asocia a un cambio automático de seis marchas. Y responde con suavidad. En uso normal tiene potencia para todo, y ante un adelantamiento o un cambio brusco de ritmo, también, basta acelerar a fondo para que responda con cierto poderío. Puede pasar de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 193 km/h.

Pero, como sucede en todos los híbridos (también en los enchufables), cuando la batería se descarga y deja de apoyar al motor eléctrico, se pierde respuesta. Y en carretera y autopista sucede rápido. El sistema vuelve a recargarla automáticamente, aunque en función del terreno, puede ser antes o después. El empuje eléctrico da, por ejemplo, para subir el repecho de una autopista, y se recupera después en la bajada. Pero si la pendiente es larga, el extra de energía se acaba a la mitad. En ciudad, en cambio, se mantiene casi siempre.

En este sentido, los 202 CV del motor diésel están siempre disponibles. El híbrido puede gastar menos en ciudad, pero en autopista la ventaja es para el propulsor de gasóleo. Esta mecánica declara un consumo medio de 6,2 litros.

Bien equipado de serie

El Kia Sorento con el acabado de acceso, denominado Drive, viene ya de serie con llantas de aleación de 19 pulgadas, climatizador bizona, instrumentación digital, siete plazas, asientos con calefacción, cámara trasera, pantalla táctil con navegador y conexiones Android Auto y Apple CarPlay, puertos USB y la citada iluminación ambiental ajustable, entre otras cosas.

La siguiente terminación, Emotion (48.915 euros con la mecánica híbrida, sin descuentos), suma techo solar panorámico, segunda fila de asientos ajustable en longitud, cámara con visión de 360 grados, modos de conducción para superficies deslizantes y la opción del paquete Luxury, que cuesta 3.600 euros, pero sale a cuenta: añade tapicería de cuero y ajuste eléctrico de los asientos (y ventilación, aparte de la calefacción), HUD o proyección de datos en el cristal, aparcamiento remoto (desde fuera del coche con la llave), estriberas metálicas exteriores y pedales metálicos interiores, como elementos más destacados.