La producción de la quinta generación del Honda Prelude terminó en 2001: cuando la sexta llegue al mercado español, en febrero de 2026, habrá pasado un cuarto de siglo. Eso es lo que ha tenido que esperar el mundo del motor para disfrutar del GT japonés: ¿ha merecido la pena?
Serán muchos los que digan que este no es un Honda Prelude. Lo cierto es que los ingredientes de su receta no pueden ser los mismos que tenía hace 25 años: el mundo del motor y las normativas han cambiado, han evolucionado … Teniendo en cuenta el contexto actual, los japoneses han creado un GT para disfrutar del placer de conducir: no para competir y tampoco para jugar a ser piloto en la carretera.
Más información
El nuevo Honda Prelude mide 4,532 metros de largo, 1,880 de ancho y 1,349 de alto. Su distancia entre ejes es de 2,604 metros y, sin carga, pesa 1.480 kilos. La capacidad del maletero (incluyendo el hueco en la base) es de 269 litros, medidos con el método VDA; con los asientos traseros abatidos, esta cifra se va hasta los 663 litros.
La aviación, fuente de inspiración
Está disponible en cuatro colores exteriores: el nuevo Moonlit White Pearl, Meteoroid Grey Metallic, Crystal Black Pearl y Racing Blue Pearl.
Para diseñar este Honda Prelude, los ingenieros de la marca querían emular a los planeadores modernos, conocidos, también, como veleros. Fruto de esta influencia, el GT japonés presume de superficies despejadas que se fusionan con unas proporciones pensadas para reflejar la estética ligera y fluida de estas aeronaves.

En el frontal llama la atención su morro, bajo y afilado, los finos faros LED, la estilizada parrilla delantera cromada en negro, el parachoques inferior en color oscuro y los pasos de rueda ligeramente abombados.
Visto de perfil, es posible apreciar que los retrovisores están montados directamente en las puertas delanteras, por debajo de la línea del cinturón, para reducir los ángulos muertos.
Las salidas de aire, por su parte, están integradas detrás de las ruedas delanteras. Las manetas están enrasadas y retroiluminadas. Las llantas de aleación, de serie, tienen 19 pulgadas y lucen un diseño multirradio.

La línea superior tiene la característica caída de un GT y un panel de ‘doble burbuja’: bajo él, el techo está montado casi a ras de los laterales. Con un perfil ininterrumpido, se integra con el portón trasero gracias a la antena de radio impresa y adherida al cristal trasero.
Destaca la ausencia de alerón. Honda ha diseñado una superficie plana en la base del portón trasero para proporcionar una zona de presión aerodinámica positiva. La zaga también tiene una barra de luz que se extiende a lo ancho e integra los pilotos. En la parte inferior del parachoques hay una moldura azul vertical, también presente en la parte delantera.

Dentro del Honda Prelude
Para el habitáculo del Honda Prelude es posible elegir un par de acabados en dos tonos: una combinación de blanco y azul o negro y azul. Hay detalles, como la inscripción del nombre del coche, bordada en el salpicadero, delante del asiento del copiloto.
Honda ha apostado por un diseño despejado y materiales de alta calidad. La sensación de amplitud es notable gracias al panel de instrumentos, que es horizontal y bajo. Destaca, al mismo tiempo, la buena visibilidad.
El conductor se va a encontrar con un volante de piel con la parte inferior plana. Cuenta con reposapulgares, un marcador en la posición de las 12 cosido en la parte superior y levas para la función Honda S+ Shift.

Los asientos de la fila delantera tienen características diferentes. El del conductor tiene una base más firme y un almohadillado lateral para ofrecer soporte estructural adicional. El del acompañante es más bajo y suave: así facilita la entrada y salida del Honda Prelude. Aunque ofrece capacidad para cuatro ocupantes, el espacio en la fila trasera es paupérrimo… incluso cuando el conductor y su acompañante miden menos de 1,65 metros.
La consola central, por debajo de los ajustes de la climatización, cuenta con una serie de intuitivos controles como el selector de marchas, el de los modos de conducción y el de Honda S+ Shift. A esto se suma una base de carga inalámbrica, tomas USB-C, un compartimento de almacenamiento central y dos portavasos.

Bajo una pequeña cúpula, aparece un cuadro de instrumentos digital de 10,2 pulgadas. Toda la información necesaria para el conductor se muestra de forma clara y esto ayuda en la conducción porque reduce el tiempo que hay que apartar la vista de la carretera.
A su derecha hay una pantalla táctil de nueve pulgadas, que no está integrada en el salpicadero. Aunque la interfaz HMI es intuitiva, también es fácil perderse en algunos menús. Sí es cierto que algunos controles y menús se mantienen siempre a la vista para evitar distracciones. Es posible, al mismo tiempo, manejarla con comandos de voz.
Ración de seguridad a cargo del Honda Sensing
El sistema Honda Sensing se ha ajustado para ofrecer un mejor apoyo al conductor. Este contará con sistemas de:
- Aviso de colisión frontal.
- Alerta de tráfico cruzado.
- Asistencia en atascos
- Reconocimiento de señales de tráfico.
- Información de ángulo muerto.
- Prevención y mitigación de impactos
- Control de crucero adaptativo.
- Ayuda de permanencia en la carretera.
- Aviso de salida de carril
- Asistencia proactiva en la dirección, la aceleración y el frenado.
Además de estas tecnologías de seguridad, el Honda Prelude incorpora una sólida estructura para una mejor protección en caso de impacto frontal, trasero o lateral.

Comparte motor con el Honda Civic
Cuando Honda anunció el nuevo Honda Prelude como cupé híbrido, las quejas de los entusiastas comenzaron casi de inmediato. Comparte con el Honda Civic el sistema de propulsión híbrido e:HEV de la marca.
Está compuesto por un bloque de gasolina de ciclo Atkinson e inyección directa de 2.0 litros que ofrece una potencia de 184 CV y dos motores eléctricos compactos. A ellos se une una batería de iones de litio de 72 celdas de alta potencia. Con estas prestaciones, pasa de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos.
Hay cuatro modos de conducción: Comfort, GT, Sport e Individual. Incluye, al mismo tiempo, un modo de marcha por inercia para mejorar la comodidad y la eficiencia. Y cuenta con siete niveles de frenado regenerativo, que están disponibles a través de las levas del volante: algo muy práctico.

El ‘truco’ de su transmisión automática
Este esquema tiene como compañera de aventuras una transmisión automática que sólo tiene una marcha. Por este motivo, Honda le ha aplicado una tecnología desarrollada, de manera específica, para el Prelude. Bautizada como S+ Shift, simula una caja de ocho velocidades con relaciones cortas para emular un cambio deportivo.
En cuanto a la puesta a punto, el Honda Prelude también hereda cosas del Honda Civic Type R como, por ejemplo, la suspensión delantera de doble eje, los amortiguadores adaptativos y los frenos delanteros Brembo con cuatro pistones.

Así va el Honda Prelude
Para poner a prueba el nuevo Honda Prelude, la marca japonesa ha diseñado un recorrido mixto con tres escenarios: las carreteras de curvas de la Costa Azul, varias poblaciones… y un ligero toque de conducción por autovía.
Lo primero que hay que destacar del GT japonés en la posición de conducción. En estos modelos es fácil presuponer que la comodidad no va a ser nuestra compañera de viaje: la realidad es diferente. El Honda Prelude es un coche cómodo y ofrece una buena postura con el toque deportivo justo para no interferir en el confort.
El Honda Prelude no es un coche concebido para hacer tiempos en un circuito y tampoco para lograr marcas personales yendo de tramo por carreteras reviradas: un GT no tiene ese objetivo. Ahora bien, la electrónica, ralentiza las aceleraciones: no lo convierte en un coche lento porque el motor eléctrico y el par dan intensidad, pero sí se echa en falta algo más de inmediatez al pisar el pedal derecho.

Dependiendo del modo elegido, cambia la configuración de la dirección y la suspensión. Con el modo Sport, la primera es más directa y la segunda es más firme. Con resultado, el Honda Prelude tiene un muy buen paso por curva: va donde quieres, sin dudas y sin balanceos. En las calles, donde su uso es más constante, los frenos Brembo actúan con firmeza y precisión.
En cuanto a la tecnología S+ Shift, funciona sin problemas. Al activarla, pulsando el botón de la consola central, aparece un cuentarrevoluciones en cuadro de instrumentos digital que marca la línea roja en 6000 rpm: ese es el límite.

Las levas, ubicadas detrás del volante, contribuyen a esa sensación de caja de cambios de ocho transmisiones y permiten al conductor ‘cambiar’ de marcha. El ruido del motor se cuela a través de los altavoces: es, en realidad, el sonido real amplificado, ya que han optado por no crear uno falso.
Es, también, un coche eficiente aunque le pidas ritmo. Su consumo combinado oficial, según el Ciclo WLTP, es de 5,2 l/100 km: en la primera parte de la ruta, se consiguió una media de 5,5 l/100 km y en la segunda sumó un litro más.

¿Cuándo llegará y cuánto costará?
Como se apuntaba antes, el nuevo Honda Prelude llegará a los concesionarios en febrero de 2026. ¿Y cuánto costará? La versión Advance arrancará en 49.500 euros, una cifra alta si la comparamos con su precio en Japón (35.000 euros, aproximadamente).
La marca japonesa ha dejado claro que no pretende batir un récord de ventas con este GT: es un ejercicio para recordar al mundo del motor que Honda es capaz de hacer buenos deportivos. Y aunque ha habido que esperar 25 años, ha merecido la pena porque con el Honda Prelude… conducir es un placer.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram
Despedida por todo lo alto: adiós al Honda Civic Type R en Europa
Honda N-One e: el eléctrico barato japonés que quiere dar guerra en Europa