BYD ya sabe cuál es el camino del éxito en Europa: en el terreno de los híbridos enchufables lo ha recorrido de la mano del Seal U DM-i, que es el PHEV más vendido en España en lo que va de año.
Ahora aplicarán esta fórmula para redefinir el segmento de los SUV urbanos con la nueva versión híbrida enchufable del BYD Atto 2, que también lleva el apellido DM-i. Un coche que comienza su conquista con el mejor de los argumentos: su precio.
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El BYD Atto 2 DM-i es un SUV urbano con las siguientes medidas:
- Largo: 4,330 metros (dos centímetros más que la versión eléctrica)
- Ancho: 1,830 metros
- Alto: 1,675 metros
La distancia entre ejes es de 2,620 metros, una cifra que se traduce en más espacio en el habitáculo. Su peso en vacío es de 1.510 (Active) o 1.620 kilos (Boost). El maletero tiene una capacidad de 425 litros, una cifra que puede crecer hasta los 1.335 litros cuando se abaten los asientos traseros.
¿Cómo es el BYD Atto 2 DM-i?
Los cambios de diseño con respecto a la versión eléctrica incluyen una parrilla delantera más grande, elementos decorativos, la eliminación de los detalles de las rejillas laterales en el paragolpes delantero, así como el cambio de los emblemas en el portón trasero.
En la parte delantera, el BYD Atto 2 DM-i tiene unos faros full-LED integrados, que están acompañados por unas estilizadas luces diurnas. El paragolpes delantero luce unos marcados ángulos, detalles en acabado brillante en la parte inferior y unas entradas de aire verticales en los bordes exteriores.
En el lateral, la línea de techo flotante destaca por el color de la carrocería que se une al cristal en el pilar C. Más abajo, el BYD Atto 2 DM-i cuenta con un revestimiento inferior interrumpido por resaltes en acabado brillante, que ayuda a acentuar la altura del coche. Las llantas de aleación pueden ser de 16 o 17 pulgadas.
En la zaga destaca el spoiler, que se sitúa sobre una banda luminosa que ocupa toda la anchura del vehículo. Ella es la encargada de conectar los pilotos traseros que tienen forma de nudo chino: este diseño recuerda al número ocho y a la cinta de Moebius, que simbolizan la buena suerte. Remata la parte trasera un paragolpes convexo.
Dentro del BYD Atto 2 DM-i
En el interior también hay cambios respecto a la versión eléctrica: ahora hay reposacabezas adicional para el asiento central de la fila trasera y los delanteros estrenan diseño con reposacabezas ajustables.
La diferencia más llamativa está protagonizada por la palanca del selector de marchas, que pasa de la consola central a la columna de la dirección. Por lo demás, el espacio del BYD Atto 2 DM-i es generoso (teniendo en cuenta que es un SUV urbano) y tanto los materiales como los acabados son de calidad.
El salpicadero se caracteriza por sus líneas limpias y sencillas. La consola central, por su parte, incluye un par de portabebidas y un reposabrazos integrado que se abre para revelar una zona de almacenamiento.
BYD y el nivel tecnológico
Como es habitual en la marca china, el nivel tecnológico del BYD Atto 2 DM-i es elevado y completo. El conductor tiene a su disposición un cuadro de instrumentos digital de 22,3 centímetros y la ya tradicional pantalla central giratoria de 32,5 centímetros.
El sistema de infoentretenimiento cuenta con el último software de BYD, que incluye control por gestos con varios dedos para la climatización e incorpora una mejora del control por voz. El BYD Atto 2 DM-i no sucumbe a las modas e incorpora botones para algunas funciones: desempañado del parabrisas, el mando para los modos de conducción y el del volumen. Eso sí, se echa en falta uno para la climatización.
Una larga lista de ADAS
Donde tampoco defrauda BYD es en el apartado de seguridad. El Atto DM-i está equipado con airbags para el conductor y el acompañante, airbags laterales delanteros y airbags de cortina laterales.
Además, de serie, incluye una completa dotación de ayudas a la conducción. Entre ellas, se incluyen:
- Sistema de monitorización del conductor (DMS).
- Control de crucero adaptativo (ACC) y control de crucero inteligente (ICC).
- Control inteligente de límite de velocidad (ISLC).
- Asistente de mantenimiento de carril de emergencia (ELKA).
- Asistente de cambio de carril (LDA).
- Detección de vehículos en el ángulo muerto (BSD).
- Advertencia de apertura de puerta (DOW).
- Reconocimiento de señales de tráfico (TSR).
- Frenado automático de emergencia (AEB).
- Control electrónico de tracción (TCS).
- Control de descenso en pendientes (HDC).
- Advertencia de colisión frontal y trasera (FCW, RCW).
- Alerta de tráfico cruzado trasero (RCTA) con sistema de frenado automático (RTCB).
Un notable equipamiento de serie
Otra de las señas de identidad de BYD es el amplio equipamiento de serie que otorga a sus modelos. En el caso del Atto 2 DM-i, la versión de acceso es la Active y cuenta con: pintura metalizada, llantas de aleación de 16 pulgadas, faros y pilotos traseros LED, retrovisores laterales ajustables eléctricamente y limpiaparabrisas con sensor de lluvia.
A esto hay que sumar el cuadro de instrumentos digital de 22,3 centímetros, sistema de infoentretenimiento con la pantalla táctil de 32,5 centímetros, cuatro puertos de carga USB tipo C, sensores de aparcamiento traseros con cámara de visión trasera, control de crucero adaptativo y una llave inteligente que permite el acceso a través de un teléfono inteligente o de un dispositivo wearable.
Dos versiones del BYD Atto 2 DM-i
El apellido DM-i revela que la nueva versión del BYD Atto 2 equipa el sistema de propulsión híbrido enchufable con tecnología Dual Mode de la marca china.
Está compuesto por un par de motores eléctricos capaces de girar a altos regímenes con un controlador integrado. A ellos se une la Blade Battery y un motor de gasolina Xiaoyun de 1.5 litros (96 CV y 122 Nm), que ha sido desarrollado específicamente que alcanza una eficiencia térmica del 43%.
La versión Active es la de acceso y está equipada con una Blade Battery de 7,8 kWh: esta capacidad se traduce en una autonomía eléctrica de 40 kilómetros, según el Ciclo WLTP. La combinada es de 930 kilómetros. Admite una potencia máxima de carga de 3,3 kW en corriente alterna.
La potencia combinada es de 166 CV (122 kW) y pasa de 0 a 100 km/h en 9,1 segundos. Su velocidad máxima, igual que ocurre en la versión Boost, es de 180 km/h.
El BYD Atto DM-i Boost tiene batería con mayor capacidad: sus 18 kWh se traducen en una autonomía eléctrica oficial de 90 kilómetros. La combinada, por su parte, es de 1.000 kilómetros.
Cuenta con un cargador de corriente alterna más potente, de 6,6 kW, que permite recargar la batería del 15 al 100% en tres horas cuando se conecta a una toma de corriente trifásica de 32 A.
En este caso, la potencia combinada es de 212 CV (156 kW) y 300 Nm, lo que le permite alcanzar los 100 km/h en 7,5 segundos. El consumo combinado ponderado es de 1,8 l/100 km.
Así va el BYD Atto 2 DM-i
La toma de contacto con el BYD Atto 2 DM-i ha sido más ligera y breve de lo habitual. Los escenarios recorridos han sido varios polígonos, con las calles bastante rotas, un par de localidades y apenas unos kilómetros de carreteras secundarias.
En este contexto es difícil sacar al BYD Atto 2 DM-i de su zona de confort para ver dónde está el límite, los puntos débiles o los fuertes. En una conducción eminentemente urbana, se presenta como un SUV cómodo y fácil de conducir: esa parte eléctrica hace de él un coche suave.
La dirección es ligera y ágil: atributos perfectos para circular y aparcar en la ciudad. Sin embargo, estas cualidades puede que no inspiren confianza en las curvas más cerradas… sobre todo si se combina con el balanceo de la carrocería. La suspensión filtra bien las imperfecciones, pero los baches más grandes (comunes en los polígonos) se le atragantan.
No hay grandes diferencias entre los modos de conducción: en el Sport, la dirección es más firme. Eso es todo. Sí responde bien a la demanda de potencia cuando se pisa el acelerador, pero no es particularmente rápido.
El tacto suave y más orientado a la comodidad que al rendimiento, deja en evidencia que conducir el BYD Atto 2 DM-i no es la experiencia más emocionante para un conductor: esto no es malo y tampoco es lo que busca. Este SUV urbano se erige como el perfecto segundo coche para una familia.
Es cómodo y lo suficientemente capaz para conducir todos los días en modo eléctrico, si se elige la versión Boost. En un escenario eminentemente urbano, la toma de contacto se saldó con un consumo de 3,6 l/100 km: la parte eléctrica se quedó en 12,7 kWh/100 km.
En cuanto al confort del coche, el habitáculo es grande teniendo en cuenta que es un SUV urbano y los asientos son bastante acogedores: no se quedan pequeños. La posición del conductor es más elevada de lo habitual y, además, el BYD Atto 2 DM-i ha corregido algo incómodo en la versión eléctrica: los reposacabezas ya se pueden ajustar y no obligan a llevar la cabeza forzada ligeramente hacia delante.
¿Cuánto cuesta el BYD Atto 2 DM-i?
El BYD Atto 2 DM-i estará a la venta en Europa a principios de 2026, pero en España ya se admiten pedidos. Aquí es donde llega una de las grandes bazas de este modelo: su precio.
La versión Active arranca en 18.190 euros, una cifra que incluye una oferta de financiación de la marca y el Plan Moves (7.000 euros). El resto de precios son los siguientes:
- Aplicando únicamente la máxima ayuda del Plan Moves (7.000 euros): 20.990 euros.
- Sin Plan Moves, pero financiando la compra con la marca: 25.990 euros.
- Sin ayudas y sin financiación: 28.200 euros, que es el precio recomendado.
El BYD Atto DM-i Boost está disponible desde 20.190 euros con las mismas condiciones que la versión Active: financiando la compra con la marca y aplicando el Plan Moves. El resto de precios son los siguientes:
- Sin ayudas y sin financiación: 31.200 euros, que es el precio recomendado.
- Sin Plan Moves, pero financiando la compra con la marca: 29.990 euros.
- Aplicando únicamente la máxima ayuda del Plan Moves (7.000 euros): 22.990 euros.
El BYD Atto 2 DM-i contará, además, con la garantía habitual de la marca: seis años para el vehículo, así como ocho años de cobertura para el sistema de propulsión y la batería.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.