Cómo surgió MG y por qué ahora triunfa con sus coches eléctricos chinos 

Hace un siglo, un modesto taller de reparaciones dio origen a una nueva marca que se hizo célebre por sus modelos y éxitos deportivos.

MG origen
Varios coches clásicos de la marca MG.

Tras desaparecer hace una década del panorama automovilístico internacional, la marca MG ha vuelto con mucha fuerza a Europa como filial del consorcio chino SAIC. Para comprender todo lo que hay detrás de su historia, hay que remontarse un siglo, hasta la Inglaterra de los años veinte. 

Como otros muchos pioneros del automóvil, el británico William Morris se inició como mecánico de bicicletas en el siglo XIX. Y más concretamente en su ciudad de Oxford, donde, con la llegada de los tiempos motorizados, fundó en 1910 Morris Garages, su propio taller de reparaciones y a la vez concesionario. 

Animado por el pujante sector no tardaría mucho en lanzarse también a la fabricación de automóviles, un negocio en sus albores pero que prometía grandes oportunidades.

Pero su pequeño taller pronto se vería sobrepasado por la actividad y la creciente demanda, por lo que contrató como director comercial a otro personaje clave de esta historia, Cecil Kimber.

Cecil Kimber al volante de su MG Old Number One (1925).

El primer modelo 

Hombre de negocios con experiencia previa en otras marcas, apasionado por los coches deportivos y especialista en diseño de carrocerías, la experiencia de Kimber aportó a los coches Morris acertadas mejoras en su mecánica y un envoltorio de mayor atractivo, lo que permitió venderlos por más dinero.  

De hecho, el primer modelo de la marca sería el Morris Oxford, sobre el cual se basó el deportivo MG Old Number One de 1925, que el propio Cecil Kimber desarrolló y perfeccionó para su uso personal.

Y es que durante los años veinte se pusieron muy de moda este tipo de coches de tipo roadster, que eran ligeros y potentes gracias a sus motores de cuatro y seis cilindros.

Gracias a ellos, MG adquirió una gran reputación en el mundo de las carreras. Pero también se hizo muy popular entre los automovilistas británicos y extranjeros por las prestaciones y fiabilidad de sus atractivos modelos de calle, como los de la serie 18 y los famosos Midget.

MG SA Saloon (1936).

Un MG supera los 400 km/h  

Al llegar los años treinta, se fusionaron en una misma compañía las marcas MG, Morris, Wolseley y Riley, dando origen al grupo industrial Nuffield, que se orientó más al producto puramente comercial. Y fue entonces cuando llegaron las primeras berlinas de la marca, las SA, VA y WA.  

Sn embargo, la década trajo también grandes logros para MG en el terreno de los récords. El prototipo EX 120 sobrepasó la barrera de los 200 km/h en 1932 y, dos años más tarde, el EX 135 consiguió alcanzar los 325 km/h sobre el Lago Salado de Utah (EE UU).

Stirling Moss y el EX 179 en el Lago Salado (1957)

Y ya después de la II Guerra Mundial, la aventura de este programa cazarrécords se culminaría con la gesta de Stirling Moss y Phill Hill, que superaron a mediados de los años cincuenta la velocidad de 400 km/h al volante de sendos bólidos experimentales: EX 179 y EX 181. 

Accidente mortal en King’s Cross

La empresa siguió prosperando e innovando con desarrollos como la berlina Magnette ZA, el primer modelo de la marca con carrocería monocasco.

Cecil Kimber seguiría al frente de la compañía, ya como director general, hasta su inesperado fallecimiento en 1945 a consecuencia de un fatídico accidente ferroviario sucedido en la estación londinense de King’s Cross.

MG 1100 (1962)

Tras la expansión de la marca por Europa y las importantes exportaciones a EE UU, la llegada de los años sesenta aceleró la actividad de MG al mismo ritmo que despegaba la industria automovilística británica. Un crecimiento que abocaría en 1952 a la absorción de las marcas MG y Austin por el nuevo grupo British Motor Corporation (BMC). 

Y no sería esta la última transformación empresarial, ya que BMC se convirtió posteriormente en la British Motor Holdings (BMH) tras fusionarse con Jaguar y Daimler. Dos años más tarde, se sumarían además Triumph y Rover, dando pie a un nuevo conglomerado denominado British Leyland Motor Corporation. 

MG Midget (1964).

Propiedad china

Esta compleja estructura empresarial dio pie a una enorme multiplicidad de marcas y modelos, muy difícil de gestionar desde el punto de vista financiero. Las berlinas y los modelos deportivos de MG, como los tradicionales descapotables MGB, sufrieron las consecuencias y al llegar los años ochenta fueron desapareciendo paulatinamente del catálogo. 

Después de pasar por las manos del grupo alemán BMW y ser adquirida a continuación por el grupo Rover, la compañía se declaró en quiebra en el año 2005.

Tras un nuevo intento fallido de reiniciar la producción dos años después en la fábrica de Longbridge (Birmingham), la marca MG pasó definitivamente a manos del grupo chino SAIC, al que pertenece desde entonces. 

MG 4 eléctrico (2022)

En 2020, MG volvió al escenario europeo, pero completamente renovada y convertida en una marca muy avanzada tecnológicamente. Y que apuesta muy fuerte por la electrificación como demuestran los buenos resultados de sus recientes modelos sin emisiones MG 4 y MG 5.

Pero en esta drástica transformación, la renovada marca no olvida sus ya lejanos orígenes. Como demostró este mismo año al presentar el espectacular prototipo Cyberster, un deportivo descapotable que promete resucitar el rebelde espíritu roadster que ha distinguido a lo largo de las décadas a la marca MG.

Prototipo Cyberster (2022).

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