La moto de hidrógeno con carrocería transparente

Por ahora es solo un proyecto que explora cómo podrían ser las motos del futuro. Sin embargo, ya propone una solución mecánica real que prolongaría significativamente la autonomía de las futuras dos ruedas de motor eléctrico y resolvería así uno de los puntos más críticos de esta tecnología sin emisiones. 

Al igual que en los coches de este tipo, en la Hydra una pila de combustible es alimentada por hidrógeno para generar electricidad, que se acumula en una batería y aporta la energía necesaria al motor eléctrico. 

Las principales ventajas de la pila de combustible son que el hidrógeno necesario para su funcionamiento puede repostarse de forma rápida en un surtidor, igual que los combustibles tradicionales, evitando las esperas imprescindibles para que las baterías recuperen su autonomía al enchufarlas a la red eléctrica. 

El combustible más abundante  

Además, la tecnología de pila de combustible mejora sustancialmente la autonomía de los vehículos eléctricos puros. Un ejemplo es la avanzada berlina Toyota Mirai, que ya ha conseguido rebasar los 1.000 kilómetros de autonomía con un solo repostaje en sus depósitos (5,6 kilos de hidrógeno).  

En el caso de la moto Hydra, el concepto mecánico es similar pero está simplificado al máximo, sin abandonar por ello los planteamientos básicos de la pila de combustible. Un depósito especialmente reforzado contiene el hidrógeno (H2), ya que en uno convencional sus moléculas se escaparían atravesando sin dificultad la pared de metal.  

A partir de este elemento, que es el más ligero y abundante en la naturaleza, una pila de combustible lo convierte en electricidad al reaccionar con el oxígeno atmosférico. La energía es transferida a una batería que alimenta al motor eléctrico central y este a su vez transmite el movimiento a la rueda trasera mediante una correa dentada. 

Un diseño diferente  

Pero la Hydra no solo se distingue por su avanzada tecnología limpia ya que al funcionar sólo emite vapor de agua. Su diseño es obra de Anton Brousseau, Anton Guzhov y Andre Taylforth, tres prestigiosos creadores que ya han trabajado para Kiska Design, el gabinete de diseño que da forma entre otros a las motos de KTM, Husqvarna o GasGas. 

El resultado es una espectacular moto del tipo roadster en la que sobre todo llama la atención su carenado de policarbonato transparente que deja a la vista sus órganos mecánicos y también por el minimalismo de los mandos y del asiento. Y según parece, se trata de una particular estética que podría aplicarse próximamente a nuevos modelos de mecánica más convencional. 

No obstante, la solución del hidrógeno propuesta por la Hydra para conseguir motos sin emisiones no es nueva. Algunos fabricantes, como Segway o H2Motronics y también grandes marcas como Kawasaki, Yamaha y Honda ya trabajan en esta dirección, que podría marcar el rumbo de las nuevas tecnologías sobre dos y tres ruedas. 

A la espera de la anunciada desaparición de los motores térmicos, el hidrógeno se plantea como una de las principales alternativas a los combustibles fósiles. Siempre que se resuelvan los desafíos que suponen su obtención a gran escala mediante energías renovables y disponer de una red de distribución adecuada.