A prueba: ¿cuál es el mejor de los SUV compactos para la familia?

Hyundai Tucson, Seat Ateca, Ford Kuga y Nissan Qashqai: cuatro todocaminos de tamaño medio con mecánicas de gasolina.

SUV medios
De izquierda a derecha, Hyundai Tucson, Ford Kuga, Nissan Qashqai y Seat Ateca.

Son los modelos más vendidos del mercado español y los preferidos de muchas familias medias. Los SUV de tamaño medio miden entre 4,4 y 4,6 metros de largo, y reúnen todo lo necesario para cumplir como primer coche, incluida la silueta de moda. 

En esta prueba se enfrentan cuatro de los modelos más populares en España, el Nissan Qashqai, líder histórico de ventas, el Seat Ateca, que ha recibido una puesta al día en verano, y los nuevos Hyundai Tucson y Ford Kuga, los últimos en llegar. Todos tienen motores de gasolina, pero el coreano añade un módulo microhíbrido que le proporciona la etiqueta ECO de la DGT. Y llevan también cambios automáticos, salvo el Ford, que en este motor se ofrece solo con caja manual.

El resultado es un empate, aunque con diferencias importantes, porque domina el Hyundai hasta que se valora el precio, donde pierde su ventaja porque es el más caro.

En pocas palabras

El Hyundai Tucson presenta una imagen moderna y potente con soluciones innovadoras, como la parrilla con los faros de posición integrados, un interior amplio y bien resuelto, y un completo equipo de serie, sobre todo en seguridad. Es el único con mecánica microhíbrida, que compensa su mayor peso para contener el consumo. Pero penaliza su precio, casi 5.000 euros superior al Seat, que iguala su puntuación. Se vende con motores 1.6 TGDi de gasolina de 150 a 180 CV (desde 27.400 hasta 44.750) y 1.6 CRDi turbodiésel de 115 y 136 CV (de 29.000 a 35.050), también disponibles con módulo microhibrido de 48v. (voltios). Y hay otro híbrido de 230 CV (desde 34.950).

El Seat Ateca empata porque ofrece un equilibrio muy completo y es más barato que el Hyundai. Aporta una imagen elegante de estilo deportivo, es práctico y atractivo por dentro y tiene el mejor maletero. Y sobre todo ofrece la conducción más ágil y eficaz, y un precio competitivo, aunque viene menos equipado. Se vende con dos motores 1.5 de gasolina de 110 y 150 CV (de 24.360 a 29.290 euros) y dos TDi de 115 y 150 CV (27.490 a 32.380).

El Ford Kuga es tercero a poca distancia. Destaca por su imagen robusta y musculosa, es el más grande y tiene el interior más amplio y flexible: permite deslizar la banqueta posterior. Y ofrece las mejores plazas traseras para tres adultos, un maletero casi como el del Seat y el mejor precio, en parte porque solo se vende con cambio manual y viene menos equipado. Se fabrica en Valencia y tiene tres motores de gasolina de 120, 150 y 190 CV (desde 27.322 a 35.287 euros), el último híbrido enchufable, y dos turbodiésel de 120 y 150 CV (de 29.675 a 31.338).

El Nissan Qashqai está ya a la espera de su relevo, pero se defiende con una estética que resiste bien el paso del tiempo, tiene el motor más potente, las mejores prestaciones y el consumo más ajustado en la prueba. Y añade un interior con la amplitud del Ateca, aunque con menos maletero y una pantalla más pequeña, un buen equipo de seguridad y un precio ajustado. Y se vende con dos motores de gasolina de 140 y 160 CV (23.700 a 29.400) y dos turbodiésel de 115 y 150 CV (de 24.600 a 28.850). Todos los precios anteriores no incluyen descuentos ni primas por financiación.

Análisis completo

CONDUCCIÓN

Cuatro SUV medios muy populares con motores turbo de gasolina: 1.3 de 160 CV en el Nissan, 1.5 de tres cilindros en el Ford y de cuatro en el Seat, y 1.6 en el Hyundai, todos con 150 CV. Salvo el Kuga, que con este motor solo se vende con cambio manual de seis marchas, los demás llevan automáticos de doble embrague y siete velocidades. Además, el Tucson incluye un módulo microhíbrido de 48 voltios que aunque apenas se nota ni marca la diferencia, afina el consumo urbano y le proporciona la etiqueta ECO, con sus ventajas en algunas ciudades.

A pesar de la variedad mecánica todos ofrecen unas prestaciones muy correctas para viajar a buen ritmo, y afrontan las subidas y adelantamientos con desahogo, aunque con ligera ventaja del Qashqai, que se recupera con más brío. Y sorprende el motor tricilíndrico del Ford, que aunque no se percibe tan contundente a bajas revoluciones, transmite carácter y responde de forma instantánea al acelerador.

Todos ofrecen un comportamiento sólido y aplomado en autopista, y son también sorprendentemente eficaces en zonas viradas, sobre todo teniendo en cuenta su peso y altura, que eleva el centro de gravedad. Así, mientras el Ateca se queda en 1.408 kilos, el Tucson pesa 1.566 y el Kuga, a pesar de la cura de adelgazamiento de esta última generación, se queda en 1.564 y es también el más grande, 4,61 metros y más alto, con 1,67 metros, por solo 1,59 del Qashqai, que es el más bajo.

Todos estos factores sumados se acusan en la estabilidad, con ventaja del Seat, que tiene los reglajes de suspensión más equilibrados y es el más ágil, directo y obediente a las órdenes del conductor. Le sigue el Tucson, que aunque pesa 150 kilos más que el Ateca, ofrece un comportamiento muy cercano, aunque con reglajes más blandos y una respuesta menos directa.

El Qashqai va muy bien, pero tiene una dirección más lenta que exige girar más el volante, y aunque ofrece una conducción fácil y unas ayudas electrónicas eficaces que casi no se notan y dan seguridad, no invita a mantener ritmos alegres. Y el Kuga tiene una dirección muy rápida que transmite mucha sensación de agilidad a la entrada de la curva, pero luego, entre el peso y la altura de la carrocería, y una suspensión algo blanda, es el que más balancea. Y las ayudas electrónicas, un tanto alarmistas, actúan a veces frenando antes de tiempo, y sorprenden un poco al conductor.

A pesar de su altura y volumen, los cuatro paran bastante bien, pero la mayor firmeza de suspensión y las llantas y neumáticos más generosos del Seat de la prueba (235/40/19) le dan una ligera ventaja en frenadas de emergencia, donde muestra más aplomo y equilibrio. Por último, el Tucson ofrece la mejor calidad de conducción, con un tacto más suave y refinado, y sensaciones de coche de categoría superior. Los demás están muy igualados, un detalle muy meritorio para el Qashqai, el más veterano y próximo a su sustitución.

  CONSUMO Y EMISIONES

El Nissan y el Seat han gastado casi igual en la prueba: sobre siete litros en conducción suave y nueve estirando las marchas y en ciudad. El Ford y el Hyundai han consumido un litro más en iguales condiciones, ocho y 10, pero el Tucson se queda en 9,5 en tráfico urbano. Las emisiones de CO2 (WLTP) son similares: 146 g/km el Hyundai, el Nissan y el Seat, y 152 el Ford.

VIDA A BORDO

Los cuatro son cómodos delante, con buenos puestos de conducción y las pantallas táctiles de moda: integran la mayoría de los mandos, pero con un uso menos compatible con la conducción que los botones directos. Y mientras el Ford tiene unos asientos algo más pequeños, el Hyundai incluye un apoyabrazos central muy alto que molesta en el codo al girar.

Todos pueden alojar tres adultos sin aprietos, pero el Seat ofrece la plaza central más cómoda, aunque el túnel central molesta en los pies. Pero el mejor para llevar tres pasajeros es el Ford, que aprovecha su mayor tamaño y ofrece más anchura y modularidad. Le sigue el Tucson también muy desahogado, y el Ateca, pero el asiento del Seat no aprovecha bien el espacio hasta las puertas y molesta en la zona lumbar. Y el Qashqai es algo más estrecho, aunque apto para tres adultos.

El mejor maletero en nuestras mediciones es el del Ateca, que tiene más altura hasta la bandeja, y un hueco debajo para la rueda de emergencia, como el Kuga. El del Ford es más pequeño, aunque le supera si se desliza el asiento trasero hacia delante. Y el Tucson y el Qashqai están igualados, pero el último con un doble fondo poco aprovechable.

Interior del Hyundai Tucson.

El Hyundai es a primera vista el mejor acabado, con una puesta en escena espectacular y dos pantallas planas grandes. Pero luego, los plásticos aunque de buen aspecto, son duros. Le iguala el Seat, menos llamativo, pero con una percepción de calidad algo mejor. El Ford es más sencillo, con detalles más discretos, y sobre todo la bandeja de lona del maletero, que desmerece. Y el Qashqai está bien presentado, pero acusa su veteranía en la instrumentación analógica, la pantalla, etc.

El confort de marcha es muy bueno en todos, que filtran con solidez y están bien aislados por dentro. Pero el Hyundai se percibe superior, seguido del Seat y el Ford, y con el Nissan por detrás, aunque todos con una comodidad elevada que se disfruta en los viajes.

AL DETALLE

Hyundai Tucson. Presencia y calidad superiores. Sorprende por su imagen vanguardista y detalles como las luces de posición integradas en la parrilla (imagen). Es amplio y ofrece una puesta en escena espectacular, con dos grandes pantallas, una de cristal líquido en la consola central y otra sin cúpula con la instrumentación. Viene muy bien equipado, también en seguridad, y hace sentirse en un coche superior, pero es más caro.

Seat Ateca.Equilibrio general y economía. El Ateca es como los vinos y mejora con los años. La última puesta al día le ha dado más presencia por fuera y calidad por dentro, con una pantalla y acabados más vistosos. Es amplio, está muy bien ordenado y tiene el mejor maletero, con una gran altura hasta la base de la bandeja. Y ofrece la conducción más ágil y eficaz, y un precio competitivo, aunque con un equipo de serie inferior.

Ford Kuga. Más flexible y el mejor precio. Es el más grande por fuera, con una imagen potente y un interior desahogado y modulable. Las plazas traseras son las mejores para llevar tres adultos, se deslizan 14 centímetros para ampliar el espacio para las piernas o el equipaje, y si se adelantan ofrece un maletero como el del Seat. Y es el más asequible, aunque con un equipo de serie inferior y sin cambio automático.

Nissan Qashqai. Prestaciones y buena forma. Tiene el motor más brillante, las mejores prestaciones y el consumo más bajo junto al Seat. Y sigue en forma, aunque con las plazas traseras más estrechas y detalles que reflejan su veteranía, como una pantalla central pequeña, o el acceso atrás más incómodo en la zona de los pies. Pero el precio es tan competitivo como el del Ford: incluye cambio automático y está más equipado.

 PRECIOS Y EQUIPAMIENTO

Diferencias de precio importantes, aunque justificadas. El más asequible es el Ford, 27.441 euros, pero porque este motor no se vende con cambio automático, lo que reduce su precio. Le sigue el Nissan con 29.850 euros, ya de retirada a la espera del nuevo Qashqai. El Seat sube a 30.940, y el más caro es el Hyundai que acaba de salir, 36.850 euros (todos con descuentos, pero sin las primas por financiar con la marca). 

El Tucson justifica el sobreprecio con un equipo de serie sobresaliente. Junto con la dotación de seguridad, todos vienen muy completos, con climatizador bizona, ordenador de viaje, control de velocidad, equipo de música con radio y conexiones bluetooth, USB, Apple Car Play y Android Auto, pantalla táctil (7 pulgadas en el Nissan, 8 en el Ford, 9,2 en el Seat y 10,25 en el Hyundai), navegador, botón de arranque, sensores de lluvia, faros, aparcamiento delantero y trasero, retrovisores con plegado eléctrico, faros led, kit reparapinchazos, y llantas de aleación (17 pulgadas en el Kuga y el Ateca y 18 en el Qashqai y el Tucson).

Ford Kuga

Consola central del Nissan Qashqai.

Salvo el Ford, tienen también cambio automático –con levas en el volante en el Hyundai y el Seat– y a excepción del último, vienen con acceso sin llave y cámara trasera de aparcamiento. El Kuga incluye los asientos traseros regulables en longitud y reclinables, lo último también el Tucson, y ambos suman cargador inalámbrico para el móvil y programas de conducción. 

Pero el más completo es el Hyundai, que añade carrocería bicolor y sofisticaciones como la pantalla central de cristal líquido, el módulo microhíbrido que le da la etiqueta ECO, y la mejor garantía, con cinco años sin límite de kilómetros, frente a tres años o 100.000 del Nissan y dos años sin límite del Seat y el Ford.

El equipo de seguridad es correcto y aparte de los seis airbags, ABS, ESP y sensores de presión de ruedas, todos incluyen mantenimiento automático de carril y frenada automática de emergencia en ciudad con detección de peatones. Salvo el Nissan, añaden la llamada de emergencia en accidentes, y menos el Ford, llevan sensor de fatiga, lector de señales, gestor de faros de carretera y sobre todo el control de velocidad con radar antichoque ACC.

El Seat suma un airbag de rodilla (conductor) y el Tucson y el Qashqai vienen con aviso de vehículo en ángulo muerto. Pero el Hyundai es el más completo porque equipa los nuevos airbags centrales entre las plazas delanteras, alerta de tráfico trasero cruzado (avisa al dar marcha atrás) y sistema precrash (tensa cinturones y cierra ventanillas al detectar riesgo de accidente).

 IMAGEN Y DISEÑO

Estilos diferentes y ventaja del Hyundai, que presenta un diseño vanguardista y soluciones innovadoras que le hacen parecer de una categoría superior, como la parrilla de láminas con los pilotos integrados y camuflados en los lados. Y añade unos nervios laterales esculpidos, el techo en arco de los cupés y unos vistosos pilotos traseros verticales.

El Ford y el Seat tiene también carácter, el primero por su mayor tamaño y los rasgos abombados y contundentes, con un frontal sólido y formas musculosas que transmiten robustez. El Ateca adopta un nuevo frontal más refinado y un equilibrio de estilo deportivo y a la vez elegante, que le distingue. Y el Qashqai aguanta los años con una imagen moderna y actual de personalidad inconfundible, sobre todo en el frontal y la zaga. 

El Tucson impone también su diseño interior, con un salpicadero elaborado y sofisticaciones como la pantalla central de cristal líquido o la ventilación difusa: el aire se reparte por una banda frontal sin salidas visibles. El Kuga es moderno y destaca por la pantalla de 12,3 pulgadas de la instrumentación. El Ateca se distingue por su diseño práctico, con todo a mano, ordenado y bien integrado. Y el Qashqai es correcto, pero con detalles superados, como una pantalla pequeña y un ambiente menos vistoso.

LA CONCLUSIÓN

Empate final entre el Hyundai y el Seat, pero con ventaja clara del coreano hasta que se valora la economía. Tiene una imagen vanguardista con más presencia, un interior sofisticado, mecánica microhíbrida con etiqueta ECO y el mejor equipo de serie, también en seguridad. Pero es el más caro. El Ateca destaca por su equilibrio, con una estética atractiva, un interior amplio y ordenado, el comportamiento más ágil y eficaz, y el mejor maletero. Pero viene menos equipado. Les sigue de cerca el Ford, el más grande y contundente por fuera, con el interior más amplio y flexible para tres adultos atrás, y un buen maletero. Y sale más barato, pero sin cambio automático. El Nissan aguanta el tipo con el mejor motor, unas prestaciones superiores y el consumo más bajo. Y ofrece un interior y un equipo de seguridad correctos, a buen precio.

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